¿Se produce en este país riqueza suficiente para poder solventar los gastos de las universidades públicas? ¿A dónde se va toda la riqueza que producen los trabajadores? ¿Por qué en un país tan rico en recursos naturales como México, las escuelas no tienen presupuesto suficiente?

Claramente los problemas para el financiamiento universitario no responden a que no haya una enorme riqueza producida en este país, más bien el problema deriva en cómo se concentra esa riqueza: en unas pocas manos de grandes capitalistas que sacan provecho del trabajo que realizan millones.

Jaime Valls, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), acudió recientemente a la Cámara de Diputados, con el fin de informar la situación con los estados financieros de la ANUIES. El funcionario plateó que las universidades atraviesan una crisis que se deriva entre otras cosas de los Fondos de Pensión, como si las pensiones de los trabajadores y docentes universitarios fueran el problema.

Para Valls este no es un problema coyuntural y se requiere de una política de largo plazo para solucionar el problema. Sin embargo, lo que no estuvo planteado en su discurso es que los problemas de financiamiento de las universidades son resultado del bajo presupuesto que se destina a estas el cuál no va a aumentar para el siguiente año.

Se podrían construir muchas más facultades y universidades, y otorgar mejores salarios a los trabajadores universitarios y a los académicos, pero para ello lo que hace falta es cobrar fuertes impuestos a las ganancias de los grandes grupos económicos. Es falso que los problemas financieros derivan de mayor matrícula o de las pensiones y jubilaciones, más bien se explican porque para un rubro tan fundamental para el desarrollo del país, no hay un presupuesto suficiente.