Esta tarde la ex presidenta y senadora electa Cristina Kirchner brindó una conferencia de prensa en la que rechazó las acusaciones del juez Bonadio, quién pidió su desafuero y prisión preventiva. En este marco, denunció al presidente Mauricio Macri, acusándolo de perseguir a la oposición política.
La ex mandataria agradeció los apoyos recibidos a lo largo del día y, entre sus primeros argumentos, señaló que el memorándum con Irán "se trataba y se trata de un acto de política exterior, no judicializable, que además mereció la aprobación y tratamiento del Parlamento argentino".
Más duramente, agregó al respecto que "es una causa inventada sobre hechos que no existieron y un juzgamiento sobre política exterior".
También, en un tono duro, dijo que "estas medidas no sólo violan el Estado de Derecho, sino que buscan provocar un daño personal y político a los opositores, a sus trayectorias, a sus ideas. No tienen nada que ver con la justicia ni con la democracia. Bonadio lo sabe, el Gobierno lo sabe, el presidente Macri también lo sabe".
Entre los argumentos que la ex presidenta desarrolló sobre las imputaciones del juez, afirmó que "Bonadio sostiene que los dos atentados terroristas, el de la embajada y la AMIA, son actos de guerra, no atentados terroristas, porque es la única manera que encontró en su mundo jurídico muy particular para traer de los pelos la figura de traición a la patria".
Más adelante, analizó que es "una persecución inédita de la oposición en tiempos democráticos. Estas medidas degradan aun más a la Justicia argentina y señalan a Macri como el máximo y verdadero responsable de una organización política y judicial para perseguir a la oposición".
En su visión, destacó que estas medidas judiciales, con acuerdo del Gobierno nacional "buscan intimidar, asustar a la población", en un marco de represión, tarifazos, altos precios en el supermercado y reforma previsional.
Interrogada sobre por qué el pedido de prisión preventiva llega a días de iniciar su labor como senadora, la ex presidenta opinó que "no quieren que se escuche nuestra voz en el senado, no quieren una voz que denuncie como destruyen las conquistas de los trabajadores y los jubilados"
Sobre el cierre de su alocución dijo que las medidas dispuestas por el juez Bonadio constituyen "una provocación". Explayándose sobre ésto, indicó que "buscan una reacción para construir enemigos internos" y, como contrapartida, hizo un llamado "a la reacción serena, a responder por la vía política a este desvarío judicial", no descartando apenar a tribunales internacionales.
Con esto, la ex presidenta vuelve a ubicarse como una oposición fundamentalmente institucional, alejada de las calles y de cualquier llamado a movilizar para derrotar tanto las medidas de ajuste del gobierno como los ataques a las más elementales libertades democráticas. En este sentido, Cristina de Kirchner se ubica dentro de la misma estrategia de varios sindicatos que, a pesar de cuestionar las medidas gubernamentales, han lanzado solo algunas medidas parciales en vez de un plan de lucha y paros contundentes para derrotarlas.
Al cuestionar lo que ha sido claramente denunciado desde distintos sectores políticos como una medida arbitraria y antidemocrática de Bonadio, la ex presidenta, sin embargo, no hizo mención al profundo entramado entre Poder Judicial, Gobierno y servicios de inteligencia que también tuvo lugar durante sus gobiernos, ni a las persecuciones políticas y represión que sufrieron luchadores, activistas y miles de procesados por causas sociales bajo sus mandatos.
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