Finalizado el encuentro final de la Liga del Sur, la policía decidió terminar una fiesta pacífica y reprimir con gas lacrimógeno y balas de goma en las tribunas.
Que Villa Mitre le haya ganado la final de la Liga del Sur a Sporting 6 a 0 pasó a ser casi algo anecdótico. Prácticamente no hubo tiempo para festejar, porque al minuto que había terminado el partido, la totalidad de la hinchada tricolor tuvo que evacuarse de la cancha ante la represión de la policía bonaerense de María Eugenia Vidal, que odia las fiestas populares.
El gas afectó, sin distinciones de ningún tipo, a niños, personas grandes y madres embarazadas, se registraron personas con vómitos y otras desmayadas. Más tarde trascendió que hubo dos bebés y una joven de 15 años que terminaron internados tras la represión.
Sin ninguna excusa, ya durante el primer tiempo, efectivos habían tirado gas pimienta a hinchas de Villa Mitre que simplemente estaban observando el partido, y luego sobre el final del partido se pudo ver a otro de los efectivos que se puso a meter palo a los que estaban contra el alambrado. Nos explotan toda la semana, y cuando queremos disfrutar el poco tiempo libre que tenemos en la cancha nos reprimen.
La Brújula y La Nueva: Violencia es mentir
Los diarios La Brújula y La Nueva hicieron lo que los medios de comunicación que están al servicio de los grandes empresarios y sus políticos hacen siempre, en vez de plantear la verdad que la policía reprimió sin ninguna razón, hablan de que “hubieron incidentes” y “enfrentamientos”.
Esto mismo dijeron el gobierno y los grandes medios de comunicación cuando la prefectura mató a Rafael Nahuel, el joven mapuche que reclamaba sus tierras ancestrales. Es el famoso “algo habrán hecho” que usaban durante la dictadura para justificar las desapariciones de personas, y hoy en democracia es usado para perseguir a la juventud y acusar a las víctimas de gatillo fácil, o como hicieron con Santiago Maldonado inventando que era parte de organizaciones “terroristas” para justificar su asesinato.
El Gobierno es responsable
La ministra de seguridad Patricia Bullrich, y Maria Eugenia Vidal como gobernadora de la provincia son responsables por lo que hace la Policia Bonaerense. Vidal y su ministro Ritondo dicen que están sacándose de encima a las mafias, cuando en realidad lo que hacen es cambiar a unos mafiosos por otros.
Declaraciones como las del intendente Hector Gay, diciendo que en la dictadura había menos inseguridad que ahora, o las de los diversos funcionarios que justificaron la represión y asesinato de Rafael Nahuel, no hacen más que envalentonar a las fuerzas represivas para que después ataquen impunemente al pueblo trabajador.
Lamentablemente ya no tiene que sorprendernos lo que hoy sucedió, la policía es una enemiga de la clase trabajadora y odia las fiestas populares como las de hoy.
Ellos no están para cuidarnos, están para cuidar a los empresarios como hicieron en Pepsico donde se sacaban selfies desalojando violentamente a los trabajadores.
Horas antes de la represión en la cancha de Liniers, en Neuquén habían desalojado la maderera MAM tomada por los obreros en reclamo de sus puestos de trabajo, y le causaron la fractura del peroné a Raúl Godoy, diputado provincial de los trabajadores por el PTS en el Frente de Izquierda y referente de Zanón.
Es más que sabido que organizan las redes de trata de personas, el narcotráfico y el gran delito, así como matan a un pibe con el gatillo fácil cada 28hs, como hicieron acá con Giuliano Gallo y Sebastian Bustos. Ya no es una cuestión de policías buenos o policías malos, es el funcionamiento de una institución que no tiene nada bueno para darle a la sociedad. Serían muy distintas las cosas si los gobiernos de turno en vez de asignar plata para represión, la asignaran a la salud y la educación públicas.
Gobierne quien gobierne hay algo que no cambia, tanto peronistas o kirchneristas como radicales o macristas, sostienen un sistema capitalista que enfrenta pobres contra pobres, mientras los grandes empresarios se enriquecen cada vez más: en todo el mundo los 8 más ricos tienen lo mismo que 3500 millones. Y después nos venden que es la policía la que puede acabar con la violencia que genera la desigualdad social y la exclusión.
Nos dicen eso para que no pensemos que, si realmente queremos vivir en un mundo mejor y acabar con la violencia, es necesario acabar con la desigualdad de que unos pocos se enriquezcan a costa del trabajo de todos, es necesario otro sistema.