El Sistema Satelital de Observación Terrestre más conocido como Fasat-Charlie, “nieto” del fallido Fasat-Alfa (primer intento de poner un satélite chileno en órbita), y uno de los dos satélites nacionales (el otro es el micro satélite SUCHAI) se encuentra desde diciembre del año 2016 con su licencia caducada, sin mantención y a la espera de una falla en su computadora, batería o sistemas para irse en picada e inmolarse en su vuelta a casa.
Este satélite costó unos 72 millones de dólares y su creación fue obra de expertos Chilenos e Ingleses. desde el año 2011 se encontraba en órbita como satélite de observación, sacando cerca de 200 imágenes por día. Su uso civil según los especialistas se orientaba a la agricultura, a la agricultura de precisión, silvicultura, el ordenamiento territorial, etc. Además de las aplicaciones militares.
Aunque en el año 2015 José Antonio Gomez, en ese momento ministro de defensa, anunció que este año (2017) se realizaría el reemplazo del satélite, actualmente no se ha llevado a cabo, ni siquiera se encuentra en carpeta.
Chile se encuentra número 16 en la carrera espacial de nuestro sub continente, superado por Perú, Bolivia e incluso Venezuela. La política espacial en nuestro país parece haber sufrido el mismo destino del Fasat-Alfa, se fue volando hacia el espacio exterior con rumbo desconocido.
El futuro de las telecomunicaciones y de varias ramas de la producción dependerán del avance en materia aeroespacial, pero mientras Chile sea un país atrasado industrialmente seguirá dependiendo, en variadas formas, de las grandes potencias, entre estas áreas se encuentra nuestro atrasado desarrollo en políticas y aplicación espacial. |