En el mismo, se exponen las condiciones para formar parte del servicio a domicilio. Entre ellas podemos encontrar una extensa lista de conocimientos y aptitudes como literatura, matemáticas, historia, geografía, políticas, deportes, de las cuales alerta de que se realizarán “prueba de nivel”. Entre los requisitos se encuentran las “habilidades lúdicas” y aclara para terminar que se valorarán las aptitudes musicales y de canto.
Como no podía ser de otra manera, semejantes requisitos han causado todo tipo de reacciones de rechazo y burla en las redes sociales, aunque Burger King afirmase que "buscan al repartidor más guay".
“Por fin tiene salida estudiar Filosofia #BurguerKing” comentaba un internauta en tono de burla.
“Mis profesores siempre me han dicho que si no estudiaba no llegaría lejos. Ahora si no eres un Leonardo Da Vinci del siglo XXI no puedes ser repartidor de Burger King” comentaba irónicamente otro internauta.
La empresa ha salido a “aclarar” que esta publicación no se trata de una oferta de empleo real sino que es una campaña publicitaria. "Esta oferta de empleo pertenece a la campaña Play for the Whopper" lo que está indicado en la publicidad en letra pequeña, incluso imperceptible en las redes.
Bianca Shen, responsable de marketing de Burger King Iberia, señala que "Está causando ruido y era lo que esperábamos. Estamos contentos. Somos trending topic gracias a este anuncio y está yendo bastante bien". Posición que ha conquistado en Twitter durante la tarde de este lunes producto de las reacciones en esta red social contra su reclamo publicitario. Shen prefiere no adelantar el contenido de la campaña Play for the Whopper, que agregaba “desvelaremos este miércoles -13 de diciembre-"
En otras palabras, una pérfida operación de marketing que se ríe de las precarias y miserables condiciones laborales a la que está sometida la mayoría de la juventud. Y pretende hacerlo en tono jocoso encubriendo su propia participación y beneficio en la degradación de las condiciones laborales.
La realidad supera a la ficción, y tras este reclamo publicitario, se esconde la realidad de muchos jóvenes, mujeres e inmigrantes abusados por las patronales que sacan provecho de la necesidad de millones de personas sin empleo. Una de las consecuencias de la crisis que llegó para quedarse.
Trabajar gratis, no tener pareja ni hijos como requisito, incluso pagar para tener convenio o trabajar de noche a jornada intensiva por 450 euros son algunas de las ofertas que los empresarios españoles cuelgan día a día en Internet.
Según el propio Consejo de la Juventud de España (CJE) casi el 51% de los jóvenes en el Estado que tienen un trabajo lo hacen bajo la condición de temporalidad. Incluso para la administración pública esa cifra asciende hasta el 53, 5 % y se eleva casi hasta el 72% entre las mujeres.
En cuanto a BK frente a la mayoría de estas patronales nada tiene que envidiarles. Es conocida la publicidad engañosa de sus productos que poco o nada tienen que ver con la foto que lo publicita. Sanidad incluso se ha pronunciado sobre los elevados y desaconsejables niveles de grasas y calorías en sus productos. Y si esto les ofrecen a sus clientes podemos imaginar lo que hay para sus trabajadores.
La misma Burger King ha sido denunciada por practicar contratos en fraude de Ley. Apenas pagan, en teoría, un mísero 2% extra la hora de trabajo nocturno, mientras que las horas extras se pagan igual, si es que tienes la suerte de cobrarlas. Así es normal que los salarios que paga esta empresa, apenas arañen los 800 euros mensuales. Estas condiciones empeoran en las tiendas de franquicia.
Como si no fuera poco, Bunge y Cargill, dos empresas suministradoras de Burger King, están relacionadas con la destrucción de bosques tropicales en Latinoamérica como parte de sus negocios ligados a la producción de soja.
También en México, ha sido denunciada por mantener en estado de semi esclavitud a 3.500 jornaleros, quienes recogen los tomates usados en sus restaurantes en Florida, EEUU donde tiene su sede central esta multinacional.
Este tipo de campaña, por más que sean consideradas como “brillante” por ciertos personajes sin escrúpulos, no deja de poner en el centro del debate la enorme precariedad laboral del mercado de trabajo en el Estado español, en especial para los jóvenes. Más allá de la imaginación retorcida y macabra de las mentes creativas tras estas campañas, es una muestra de fanfarronería e impunidad de las patronales, que imponen condiciones tales que esta delirante oferta de trabajo no queda tan lejos de la realidad. |