La reforma previsional, que implica una degradación en las condiciones de vida para millones de personas, genera un rechazo extendido. El gobierno lo sabe. Por eso, llenó de uniformes de todos los colores las zonas aledañas al Congreso de la Nación.
Las vallas, custodiadas por 6000 efectivos provenientes de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, buscan poner un freno a las movilizaciones que protagonizan la jornada de hoy.
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