El interior de una escuela, donde se realizaba una "posada" navideña, fue el escenario elegido por un par de sicarios para asesinar al periodista Gumaro Pérez Aguilando, quien había acudido a dicho evento para acompañar a uno de sus pequeños hijos.
Pérez Aguilando cubría la fuente policiaca en Acayucan, para La Voz del Sur, uno de los municipios veracruzanos más peligrosos, en donde se han llevado a cabo varias ejecuciones en los últimos días, entre ellas las de un taxista y un vendedor de autos.
Este joven reportero ya había sido amenazado de muerte desde hace cinco años, también golpeado por realizar su trabajo de investigación periodística por un abogado al interior del Ministerio Publico de Acayucan.
En este violento municipio se encuentran en calidad de desaparecidos dos periodistas más: Gabriel Fonseca y Sergio Landa, reporteros del Diario de Acayucan. Hace dos meses otro colaborador de este medio, Cándido Ríos, había sido asesinado en Hueyapan de Ocampo, por lo que Pérez Aguilando y un grupo de periodistas de Acayucan habían realizado actos de protesta exigiendo justicia para su compañero caído.
También había solicitado al gobierno federal decretar alerta para los periodistas “ante las múltiples agresiones que hemos sufrido en Veracruz y las pocas respuestas a las investigaciones emprendidas por la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión”.
La indolencia de las autoridades culminó con el asesinato del doceavo periodista en el país lo que va del año y cuarto en el estado de Veracruz, (incluyendo al refugiado hondureño Edwin Rivera); que se suman a los 19 acumulados bajo el gobierno del corrupto Javier Duarte. |