De la Rúa y demás funcionarios de su gobierno mataron a 38 personas antes de huir en helicóptero. Mataron a muchos más en esos mismos días y los meses posteriores por impedirles usar su dinero en tratamientos médicos, remedios y operaciones. Mataron a desocupados y jubilados de hambre y por desesperación.
¿Vos sabés si De la Rúa o alguno está preso? NO.
Quizás porque no tiraron piedras, ni se cubrieron la cara con un pañuelo, ni rompieron las baldosas de una plaza, ni pintaron con aerosol ninguna pared.
Sólo mataron a trabajadores y trabajadoras, a desocupados y desocupadas, a algunos de sus hijos, hijas y a algunos de sus padres y madres.
Los más siniestros intentan por todos los medios que las cosas te importen mas que la sangre de tus hermanos, que quieren que la olvides.
Los más tibios te exigen que, al menos, repudies "la violencia de ambos lados".
Por eso odiamos este régimen social. Por eso lo enfrentamos. No cuenten con nosotros para criminalizar al pueblo hambreado, hastiado, defraudado, golpeado, reprimido.
Nuestras vidas valen más que sus baldosas, sus paredes y sus ganancias. | 
