“De 2009 a hoy ya estuvo con un montón de gente, llamalo a Alfonsín y preguntale a él si panquequeó” fueron las palabras elegidas por Mauricio Macri para referirse a la decisión de su ex aliado en la Unión-PRO. “Nosotros siempre estuvimos en el mismo lugar”, remató el Jefe de Gobierno porteño subrayando la supuesta coherencia del PRO sobre el veletismo de su ahora contrincante electoral. Macri ha decidido plantarse en la vereda de enfrente del peronismo: "El PJ tiene una forma particular de plantarse ante la sociedad y siempre se va renovando, se pelean y uno de ellos dice: ’Yo soy el cambio’, como Massa. "¿Pero cómo, si vos estuviste avalando todo las cosas que se hicieron durante esta década?", afirmó el ex Presidente de Boca Juniors.
En defensa del Colorado salió Aldo Pignanelli, ex Presidente del Banco Central durante el gobierno de Eduardo Duhalde. Sin ponerse colorado, dijo que Macri es “una persona que está muy vinculada a los sectores empresariales beneficiados en la década de los ’90”. Según Pignanelli “Se puede tomar como indicio los asesores que lo rodean. Por ejemplo Melconian, quien era Ministro de Economía de Menem en la segunda vuelta y ya sabemos lo que pasó. Melconian era uno de los que querían dolarizar en la crisis”. Olvidando que De Narváez fue financista de aquella campaña de Menem donde Melconian era Ministro de Economía cantado.
Por su parte el Colorado De Narváez, aseguro que trabajará para "que el que gane la elección a presidente sea (el referente del Frente Renovador) Sergio Massa" y deseo que "ojalá Cristina vaya en la boleta, porque pierde y se termina el kirchnerismo" refiriéndose a la unificación de las elecciones nacionales con las del Parlasur.
Lo cierto es que más allá del cruce de acusaciones, ambos espacios de la nueva derecha argentina, comparten, aunque con matices, un programa que se centra en el ajuste del gasto público, el pago a los fondos buitres y exenciones impositivas para la burguesía agraria. Diferencias fundamentales radican en la estrategia electoral a seguir. Macri quiere recolectar los votos fuera del peronismo y su objetivo de máxima es alcanzar un acuerdo con Sanz, Carrió y un sector de la UCR para trascender el territorio porteño y atraer a los sectores medios antiperonistas. Massa necesita atraer una porción del voto peronista y apuesta a una fuerte elección en la provincia de Buenos Aires que le permita angostar las diferencias con el interior del país donde tiene escasa inserción. La apuesta con De Narváez apunta en ese sentido y le da un fuerte candidato a ocupar el sillón de Dardo Rocha.
Los dimes y diretes de la nueva derecha argentina demuestran que son todos más de lo mismo, hijos del menemismo, son arribistas de todo pelaje que proponen ajuste y sumisión al imperialismo como plataforma electoral. |