Esta policía, la misma que hace pocos días realizo una represión bestial en Plaza Congreso, contra quienes se manifestaron masivamente para repudiar el robo a los jubilados, una vez quiso ir contra los inmigrantes senegaleses.
Hace ya meses se vio un violento desalojo que saco a los cientos de manteros que se aprestaban sobre la calle Avellaneda, ahora la policía se apresta en las esquinas para garantizar que la calle este “libre”, en un claro gesto intimidatorio.
No solo no los dejan vender sobre la comercial y transitada calle Avellaneda sino que los persiguen y amedrentan por los alrededores. Pero ellos, que se ganan la vida vendiendo en la calle, salen cada día a enfrentarse a estas situaciones, sobre todo en estas fechas donde la gente sale a hacer compras para las fiestas y pueden juntar unos pesos más para vivir.
Hoy nuevamente la Policía de la Ciudad quiso llevarse detenido a un joven senegalés por trabajar, pero se encontraron con el repudio de la gente que pasaba, el repudio que se alzo al grito de "dejalo ir, está trabajando". Es que la bronca se siente en todos lados, es la misma policía que persigue pibes en bajo Flores y los manda a robar, la misma que maneja las redes de trata y el narcotráfico de la zona, es la misma que detiene inmigrantes por querer ganarse la vida trabajando, la misma que después sale y reprime a los jubilados por reclamar una vejez digna.
Una vez mas es el pueblo trabajador quien se defiende entre sí del odio y abuso policial.
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