Participaron de la protesta trabajadores de la empresa Kharmann Ghia, de la Ford y grupos de izquierda que se solidarizaron con la lucha de los trabajadores. La marcha unificó a los obreros de las dos grandes montadoras que durante las últimas semanas han anunciado despidos masivos.
Sin embargo, a pesar de esta confluencia en la movilización, la política del sindicato no es la de impulsar un plan de lucha unificado sino todo lo contrario. El sindicato alienta expectativas en que es posible revertir los despidos a través de las negociaciones a puertas cerradas con la patronal y el gobierno, por separado y por empresa; con una extensa lista de demandas que dejan en segundo plano los despidos.
Con la presencia de Luís Marinho (ex presidente del sindicato, ex ministro de trabajo y actual intendente de San Bernardo) y diversas personalidades petistas, el sindicato planteó que la salida a los despidos es la implementación del PPE (Plan de Protección al Empleo) explicando que el gobierno ayudó a las empresas en los últimos años - lo que es cierto - con excepciones de impuestos, contribuyendo a que las ganancias empresariales se disparen y que por eso hay que confiar en que Dilma y el Ministerio de Trabajo revertirán los despidos. Además, entre los puntos levantados por el sindicato está la renovación de la flota de camiones y la aceleración del crédito, poniendo en claro que su estrategia es la conciliación ya que sostienen que es posible encontrar una salida favorable tanto a los patrones como a los trabajadores.
Lo que el sindicato oculta es que los despidos que vemos actualmente en la Volkwagen y en la Mercedes son parte del plan del gobierno de readecuar la producción de modo que las ganancias capitalistas estén aseguradas. Las patronales que luego de extensas jornadas laborales y horas extras lograron acumular stocks, ahora pueden despedir asegurando sus ganancias.
Para lograr revertir los despidos y vencer los trabajadores necesitan superar los acuerdos entre el sindicato, la empresa y el gobierno, a través de la movilización activa y con los métodos de la clase trabajadora, confiando en sus propias fuerzas. Si la empresa alega crisis, que muestre sus cuentas; contra los despidos hay que imponer el reparto de las horas de trabajo sin reducción del salario. Es necesario unificar a los trabajadores de la Mercedes y la Volkswagen para que juntos puedan debatir y definir un plan de lucha. | 
