Si Dayhana tras el juicio, no tiene que ir a la cárcel por un fallo misógino de la justicia cordobesa, es por la solidaridad de las organizaciones de mujeres acompañaron en la lucha por su libertad, es por Dayhana que durante este tiempo logró fortalecerse enormemente.
Dahyana estuvo detenida y se logró su excarcelación, pero la justicia que se resiste a escuchar su historia y la cree culpable la condena a 3 años de prisión, que aún siendo excarcelable y aún no siendo sentencia firme, marca la postura de la justicia patriarcal.
No esperamos mucho de la justicia, hay historias como las de Dahyana que se repiten casi de forma calcada, la justicia desoye, la justicia condena.
Antes de la sentencia, Dahyana habló, eligió a viva voz y con todas las fuerzas que adquirió en este tiempo, rodeada de organizaciones y lucha; eligió cuestionar a la justicia. Habló y se defendió nuevamente de acusaciones misóginas del fiscal, que la criticó por no haber llorado durante el juicio. Eligió aunque no tenga porqué hacerlo, hablar de todas las violencias que sufrió este largo tiempo, lo que sufrió al estar privada de la libertad injustamente, lo que sufrió cuando no pudo ver a sus hijos por largos meses. No debería porque justificarse no haber llorado, pero vale la fuerza que adquirió en este tiempo.
Pocas lágrimas en el juicio, son la continuidad del juzgamiento por “mala madre”. Hay que recordar que el juicio y su condena comenzaron condenándola por no haber cuidado a su bebé, por “omisión”, siendo que estaba recién parida en un descampado. Hay que saber con qué ojos mira la justicia a estas mujeres, que no mira detrás de esas historias, una brutal cadena de violencia.
Las organizaciones de mujeres tenemos una tarea por delante, que es la de continuar la lucha por que Dayhana sea absuelta definitivamente.
Compartimos el video de la Radio Zumba la Turba:
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