Entre las propuestas que Andrés Manuel López Obrador presentó en su registro oficial como pre candidato a la presidencia por MORENA, se encuentra la de implementar becas para la juventud y capacitación laboral para encontrar empleo. Su nuevo slogan “Becarios sí, sicarios no”, hace referencia a la cruda realidad que enfrentamos los jóvenes.
En México, apenas 17% de la población tiene acceso a la educación superior, un 20% de los jóvenes no estudian ni trabajan, y la posibilidad de obtener un empleo se ha convertido en una anulación absoluta, un día de descanso -con suerte-, horarios rotativos, salario mínimo que no supera los 3500 pesos al mes, sin prestaciones, jubilación y en pocos casos con seguridad social.
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Esto genera que muchos jóvenes consideren que una vía para obtener ingresos y vivir mejor aunque fugazmente, sea integrarse a las filas del narco como sicarios. Muchas veces, esta integración es forzosa, pero poco a poco se vuelve una forma de vida para quienes han perdido todas esperanza en el futuro.
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Sin embargo, las becas que propone López Obrador son absolutamente insuficientes para una realidad que golpea estructuralmente a los jóvenes hasta quitarles todo atisbo de vida. $2400 pesos para universitarios de bajos recursos y $3400 para quienes se capaciten en oficios y empleos. Todos sabemos que eso no alcanza para que una persona pague renta, servicios, transporte y, además, cubra los materiales necesarios para su educación. Ni pensemos en el ocio y la recreación. En cambio, es necesario una salida de fondo a la situación de la juventud, como la que planteamos los anticapitalistas
A los jóvenes el capitalismo nos debe una vida
Que la juventud caiga en las redes del narco, sea la principal víctima de la violencia policial y militar (como la matanza en Vilas de Salvarcar o la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa) y deje la vida super explotada en las fábricas y centros laborales es consecuencia de los capitalistas y los políticos a su servicio.
Son ellos los que están detrás de la privatización y elitización de la educación, del recorte al presupuesto de servicios públicos, del desvío de fondos con la corrupción, de la militarización del país y de garantizar las ganancias de los grandes empresarios a costa de nuestras vidas.
Por eso buscamos llevar una voz anticapitalista al Congreso de la Ciudad de México, para pelear por garantizar al 100% el derecho a la educación pública, gratuita, laica y no sexista, aumentando a 10% del PIB el presupuesto a la educación, cancelando el pago de la deuda externa e imponiendo impuestos a las fortunas de los Slim, los Azcárraga, los Salinas Pliego, los Larrea y a todas las Universidades e Institutos de educación privada.
Sabemos que para esto hay que prepararse para enfrentar los planes de privatización del imperialismo y la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE) y luchar por echar abajo la Reforma Educativa movilizándonos codo a codo con los y las trabajadoras de la educación.
Proponemos trabajar 6 horas, 5 días a la semana, para trabajar todos y trabajar menos. El derecho al trabajo digno, con prestaciones, jubilación y seguridad social, sólo podremos conseguirlo atacando las ganancias de la patronal y las transnacionales. ¡Aumento salarial de emergencia hasta que cubra la canasta básica y según a la inflación! ¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
Proponemos ilegalizar el trabajo precario en la ciudad, la nueva mina de oro de los empresarios que se enriquecen a costa de nuestro trabajo. Son ellos y sus políticos los que están detrás de la Reforma Laboral y el ataque a los sindicatos. ¡Basificación y derecho a sindicalización independiente para todos los trabajadores!
Además, para acabar con la violencia que genera la supuesta guerra contra el narco, planteamos la necesidad de legalizar la marihuana con fines recreativos y medicinales para acabar con las ganancias exhorbitantes que genera la ilegalidad.
Proponemos implementar programas de salud, atención y prevención integrales, con dosis controladas y de calidad que no pongan en riesgo nuestras vidas, además de la expropiación de las fortunas de los capos del narco y la estatización de la industria de producción y comercialización de drogas bajo control de sus trabajadores y usuarios, muchos de los cuales hoy trabajan a la fuerza en la industria de muerte que representa el narcotráfico. ¡Juicio y castigo para los funcionarios responsables de la violencia generada por la asociación del gobierno y el narco! ¡Legalización ya!
Consulta aquí la plataforma completa de Anticapitalistas al Congreso de la Ciudad de México. |