Facundo Arana dijo lo que pensaba. Ni más ni menos que eso. Y lo que piensa, como muchos varones, es que ellos conocen la receta de nuestra felicidad. A saber: primero encontrar el “amor verdadero”, obviamente de la mano de un varón, y después tener hijos.
Porque como dijo hoy el “galancete”: “Estoy feliz cuando una mujer se hace madre porque ahí es cuando realmente se realiza. Por supuesto que si no tenés hijos después te realizás con tus sobrinos y los hijos de tus amigos”.
Todo este derroche de sentidos comunes machistas, tuvo su despliegue en Twitter. Varias mujeres le salieron al cruce, pero fue con la actriz Muriel Santa Ana con quien tuvo el intercambio más dinámico.
La actriz cuestionó: “Le pregunto a @Facundo_Arana qué piensa de las mujeres que no tienen útero. ¿Qué son para él? ¿Seres humanos imposibilitados de realizarse? ¿En el amor? Y no somos sagradas, las vacas en India lo son, acá somos iguales a ustedes”.
Arana puso el dedo en la llaga justamente porque ubica a la mujer como un objeto, algo intocable (claro está, excepto por su marido y sus chicos).
Quizás tantas novelas románticas –que reproducen a diario estos prejuicios misóginos- le hicieron perder el foco a Facu, que pretendió justificarse con “ironías” contra Santa Ana:
Facundo intentó explicar que no había querido decir lo que dijo pero, como dice el dicho popular, “no aclares que oscurece”. Mientras otras mujeres replicaron sus dichos, se defendió llamándose “más feminista” que aquéllas que lo criticaron, al tiempo que las “mandó a estudiar”. E insistió: “En mi familia, y en la de casi todos, la mujer es sagrada”.
La caricaturista Lía Copello, “La Cope”, que vivió en carne propia el despliegue machista en las redes sociales aprovechó la situación para mandar un mensaje:
Y la politóloga María Florencia Freijo, que se focaliza en cuestiones de género, apuntó con un argumento incontrastable:
Finalmente –en el ojo de la tormenta- Facundo Arana pidió disculpas por lo ocurrido.
Sería bueno, ya que dice tener interés por el feminismo, que marche junto a las miles de mujeres que luchan por visibilizar la violencia machista y desde hace tres año gritan ¡Ni una menos!. Un baño de realidad, lo que se dice… |