Miles de personas que pueden tomarse unos días para descansar en un fin de semana largo o unas mini-vacaciones llegan hasta distintos puntos de las sierras de Córdoba, a orillas de un río o disfrutando bellos paisajes, en diferentes puntos de encuentro con jóvenes de todas partes del país.
El turismo durante la “temporada alta” llega a medirse en un 90 por ciento de ocupación en una de las principales localidades turísticas cordobesas como es Villa Carlos Paz. Al respecto, Oscar Antonio, secretario de Turismo del gobierno aseguró en una entrevista a La Voz del Interior que los operadores están muy conformes con lo que está pasando. “Salimos de un diciembre único en los últimos años, que ha sido fantástico y entramos a un enero que trae muy buena inercia”, dijo.
Para Juan Costa, secretario de Turismo de Santa Rosa de Calamuchita, fue el mejor arranque de temporada de las últimas. Costa afirmó que “la noche del 31 de diciembre superamos el 70 por ciento de ocupación y el sábado llegamos al 88 por ciento, con más de 15 mil plazas habilitadas”.
Todo parecería indicar que tanto empresarios como sus gobiernos amigos llenarán sus bolsillos un año más gracias al turismo. Sin embargo, según un estudio que la Dirección de Estadísticas y Censos que la Provincia publicó en 2013, el turismo genera en Córdoba unos 140 mil puestos de trabajo, lo que representa el 10,2 por ciento del total de empleo provincial. Puestos de trabajo que claramente se generan durante los meses de temporada alta bajo diferentes formas de precarización laboral.
Esto permite que empresarios mantengan grandes ganancias mientras estas 140 mil personas solo pueden acceder a un trabajo durante tres meses, en su mayoría en negro o bajo diferentes formas de pracarización laboral.
“En verano se trabaja el doble. Son las mismas horas pero con más intensidad, porque viene mucha más gente”, relata Patricio Brizuela, mozo que desde los 15 años trabaja en las temporadas de Carlos Paz.
“En verano trabajamos mucho más y este trabajo me sirve para sostener a mi familia. En verano se hace una diferencia, que es lo que te permite pasar unos meses; después se hace difícil el invierno”, dice Nora Lapalma, que trabaja en un estacionamiento de Carlos Paz.
Al igual que sucede a nivel nacional, la juventud sigue siendo un precario tesoro donde -según cifras oficiales- serían a nivel nacional 2,6 millones de jóvenes de entre 18 y 24 años las y los que se encuentran en situación de vulnerabilidad social. Según datos del Gobierno de Córdoba, serían cerca de 93 mil las y los jóvenes que no trabajan ni estudian, un 15 por ciento de la población total de personas de entre 14 y 24 años.
A su vez, a la situación de la juventud que ya debe soportar contratos temporarios durante todo el año, trabajos insalubres, el trabajo en negro para la mitad de las y los 561 mil jóvenes de entre 16 y 25 años que habitan en la provincia, se le suma una forma más de precarización laboral “en temporada alta”. Esta política precarizadora del gobierno de José Manuel de la Sota ya es una “política de Estado” que se viene afianzando luego de haber convertido en ley el Plan Primer Paso, como fue denunciado por la legisladora electa por el PTS en el Frente de Izquierda, Laura Vilches. |