Las redes sociales estallaron de furia con las misóginas declaraciones del reconocido cantautor, aunque no sorprendió su denigración de las mujeres y su banalización de la violencia machista.
"Si la violación es inevitable, relájate y goza", dijo Cacho Castaña. Y el conductor Mariano Iúdica decidió acompañarlo con cierta indulgencia: "Cacho es así", dijo. Pero las redes sociales estallaron de furia contra el cantante, el conductor y el programa que permitió semejante apología de la violencia de género.
El zócalo de la pantalla anunciaba que Cacho hablaba después de un año de silencio. Lo bien que hubiera hecho de mantenerse callado. Pero no hacía tanto que no hablaba, sin ir más lejos, cuando aún no se conocía el paradero de Santiago Maldonado, había expresado despreciativamente, "Desaparece uno y hacen quilombo".
Cierto sector de la farándula local, parece no hacerse eco del reclamo que en Argentina se convirtió en ejemplo mundial desde 2015, cuando un millón de personas se movilizaron en todo el país al grito de #NiUnaMenos.
Lo de Cacho, no por aberrante es novedoso. Son conocidas sus declaraciones misóginas, como también las letras de algunas de sus canciones más taquilleras en los años ’80, como aquella que dice "si te agarro con otro, te mato; te doy una paliza y después, me escapo". En medio del fenómeno mundial de repudio a la violencia contra las mujeres, trató de defenderse aduciendo un liviano argumento: "una canción no te lleva a matar a nadie".
Siempre se vanaglorió de ser un "mujeriego", a lo que también abonó la anécdota repetida hasta el hartazgo de su noche de sexo en la casa de Susana Giménez, de la que tuvo que huir por la ventana por la llegada del boxeador Carlos Monzón, novio por entonces de la ex vedette.
Para Susana, que alguna vez preguntó al aire si estaban hablando de un dinosaurio vivo, habría que decirle que sí, los hay. Cacho Castaña es uno.