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No hay mejor comienzo de año para Cristóbal Montoro que ajustar aún más las economías autonómicas. Durante años éstas sufrieron los recortes que el Estado español obligó para llegar al déficit del 3% impuesto por la Unión Europea del Capital. Este año, con un crecimiento sostenido superior al 3% anual del PBI en el último trienio y con los objetivos de déficit cercanos a los que pide la UE, también se imponen más recortes.
Con los nuevos recortes de Montoro, el conjunto de las comunidades pierden algo más de dos mil millones respecto de los objetivos elaborados en el pasado julio. Eso de acuerdo a las comunidades que publicaron sus pérdidas, pero las comunidades del PP y la de Andalucía no habían informado de nada. Catalunya pierde unos 780 millones, País Valencià alrededor de 353 millones, Illes Balears algo más de 70 millones, Castilla y León más de 370, entre otros.
El Gobierno con más casos de corrupción públicos de la historia argumenta que no puede cumplir los objetivos planificados en julio porque no se pueden aprobar los presupuestos de 2018 y deberá prorrogar los anteriores. Otro chantaje más por parte del PP hacia el resto de los partidos políticos afectando aquellos presupuestos que justamente incluyen la sanidad y la educación. Sin embargo, en algunas comunidades se recibirá menos de lo que se recibió el año pasado.
El objetivo de este chantaje consiste esencialmente dos cuestiones. Por un lado, “manos de tijeras” Montoro pretende obligar a que los socialistas ayuden a aprobar los presupuestos de este año. Y es que la pérdida del apoyo por parte del PNV le obliga a Montoro a buscar “otros horizontes”. Y, por otro, continuar con el camino recentralizador haciendo que las CCAA se encarguen del grueso de los recortes, mientras el PP sigue administrando los presupuestos centrales del Estado. Cuestión que comparte con los socialistas, siempre que no le toquen las suyas.
La “izquierda” abandonó las calles
Lo cierto es que el PP está echando mano de todo lo que puede para seguir concentrando el poder en sus manos. No solo que formó gobierno con un año de tardanza y con necesarios apoyos de Ciudadanos y el PSOE. No solo que tiene casos de corrupción en todas sus autonomías y estamentos partidarios (presuntos, je). Pero, ¿por qué un gobierno así puede ser capaz de ser tan dictatorial?
En primer lugar, esto es así porque tiene una “feliz” coincidencia con la izquierda parlamentaria, esto es el PSOE y Podemos (aunque cueste de mencionar al PSOE como izquierda): Los tres partidos, junto a Ciudadanos son firmes defensores y velan por cumplir con las reaccionarias normas de juego que la Constitución del 78 y sus interpretadores van haciendo día a día.
En segundo lugar, es porque el PSOE hace varias décadas que abandonó la lucha en las calles para que las mayorías impongan su punto de vista. Nadie votó al PP para que obligue a hacer recortes electorales, no lo llevaba en su programa político. Pues a tragar mierda. Dentro de cuatro años cambiar el voto. Los “socialistas” de Sánchez-Zapatero y el “padrino” González son firmes defensores del Ibex 35 y el Régimen del 78.
Por otra parte, Podemos, que se siente heredero del 15M, nació fuera de las calles y apenas si las ha pisado en algún momento. El hecho de fusionarse con Izquierda Unida, no solo no mejoró la situación sino que la empeoró. Las cómodas poltronas del Congreso de los Diputados, el canto de sirena de esperar un “gobierno de progreso” con los social-liberales de Pedro Sánchez les ha hecho olvidar la palabra “calle” y seguramente la de “lucha”.
Todo esto es lo que da fuerza al PP y al Régimen del 78. Fuerza para recentralizar las competencias cedidas, para aplicar el 155 en Catalunya atropellando las instituciones catalanas; fuerza para intervenir económicamente a aquellas administraciones díscolas (como ha pasado en Madrid, en el País Valencià, etc). Da fuerza a los jueces para que se inventen rebeliones y sediciones en Catalunya, para tergiversen el delito de odio y nos vuelquen el odio de clase que tienen contra los trabajadores.
Cada vez más se hace necesario construir una izquierda de los trabajadores que se proponga acabar con esta democracia para ricos y el Ibex 35. Una izquierda revolucionaria y anticapitalista que levante una estrategia de clase. Desde Izquierda Diario/Esquerra Diari y la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras queremos poner nuestro grano de arena para construir esa izquierda revolucionaria y de los trabajadores. Basta de las imposturas del PSOE y Podemos. |