El proyecto de ley de identidad de género, que lleva más de cuatro años en tramitación en el Congreso, fue planteado a la postergación ante la venida del sumo pontífice por el presidente de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza (PS).
“No me voy a prestar, como presidente (de la Cámara de diputados), para poner un tema en la polémica con la visita del Papa. No me voy a prestar para poner un tema que es de alta sensibilidad para la Iglesia”, declaró Espinoza a Radio Biobío.
Esta declaración generó reacciones por parte de diversas agrupaciones de mujeres y de la diversidad sexual. La Fundación Iguales, calificó como "inaceptable" los dichos del parlamentario y rechazó el anuncio mediante su cuenta de twitter. El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual también se pronunció denunciando las declaraciones de Espinoza exigiendo un Estado laico. Mientras que otras agrupaciones de mujeres y diversidad sexual, como Pan y Rosas, profundizaron la discusión entre la separación del Estado y la Iglesia en redes sociales, denunciando al Gobierno y a los parlamentarios de derecha y de la Nueva Mayoría tras haber financiado y acomodado la legislación para su llegada.
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