Sólo se pagó el aguinaldo y el sueldo de diciembre lo cobraran de manera desdoblada. Mientras, los dueños de la radio lanzaron una solicitada donde atacan a los trabajadores por estar “ideologizados”.
Ayer al mediodía la Intersindical de Medios Radiales, se reunió en el Ministerio de Trabajo con el presidente de Rosario Difusión, Gustavo Giuntini, donde obtuvieron muy pocas respuestas por parte de los empresarios. Si bien una gran mayoría de los trabajadores pudieron cobrar el aguinaldo adeudado, el pago del sueldo se hará en dos veces. El plan de la empresa de los hermanos Wphei, consiste en un pago desdoblado donde los trabajadores cobraran el 50% del sueldo el día 17 de enero, y la otra parte el día 19. Desde la Intersindical, anunciaron que el estado de alerta se mantiene.
Lo que todavía está en una nebulosa es qué pasara con los sueldos de enero, y cuál será el futuro de la radio. Desde el traspaso de dueños de la radio entre Rosario Difusion y Vortice, las irregularidades fueron una constante. En noviembre pasado, los trabajadores fueron al paro porque solo le habían depositado una parte infíma del sueldo.
Las negociaciones del día de ayer se dan en el marco del acto-repudio, que el Sindicato de Prensa realizó en las puertas de Radio Nacional, el lunes pasado, que entre otras demandas, exigía respuestas a los empresarios.
Rosario Difusión S.A de los hermanos Wphei, junto con Cesar Giancrisostemi, titular de Vortice Productora Multimedios S.A, respondieron divulgando una solicitada que buscaba atacar las medidas de lucha de los trabajadores de la radio. Tanto los antiguos dueños, como los nuevos, se justificaron por la “dura situación de los medios de comunicación”. Niegan su ausencia en la mesa de negociaciones y acusan de prepotencia al Sindicato de Prensa.
Además, concluyen: “Apelamos una vez más a la responsabilidad de la representación gremial, a los efectos de poder encontrar juntos una salida a la situación actual, sobre la base del dialogo, la racionalidad, y la buena fe. Posiciones dogmaticas, ideológicas e inflexibles, articuladas con manifestaciones falaces, no hacen más que perjudicar el verdadero interés de los trabajadores”.
Pareciera ser que para la empresa, el problema no son los sueldos adeudados, ni la incertidumbre sobre los puestos de trabajos, sino que se trata de un problema de "dogmas" e "ideologías".