Luego de que fuera aprobado -represión mediante- el robo a jubilados y beneficiarios de asignaciones sociales, el gobierno arrancó el 2018 con 1200 despidos en el Estado nacional. 130 pertenecían al Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Víctor Degirilamo, miembro de la junta interna, afirmaba en una entrevista a este medio que los trabajadores sufren recortes de presupuesto y despidos desde que asumió el macrismo. A la vez, denunció que se busca imponer la tercerización y delegar funciones al sector privado.
Un informe publicado en Letra P sugiere que los ataques no terminan ahí. Luis Miguel Etchevehere y Ricardo Negri impulsarían un plan para profundizar los despidos y avanzar sobre los gremios. Entre 2000 y 3000 empleados quedarían en la calle. El ex presidente de la Sociedad Rural y actual ministro de Agroindustria junto al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca quieren convertir al organismo en un ejemplo de ajuste.
Los ceos y las vaquitas se van por la misma senda
“¿Por qué Macri elige como Ministro a una persona que tiene causas penales en la Justicia Federal y que vació la empresa del Diario Paraná, donde debe sueldos hace tres años?” La frase pertenece a Dolores Etchevehere, hermana de Luis Miguel. En medio de una furiosa pelea por la sucesión, Dolores inició 18 causas contra sus hermanos por fraude, evasión y lavado de dinero. A veces, entre bueyes hay cornada.
En realidad, la elección de Etchevehere por parte del gobierno no sorprende: desde el día uno, el agro fue uno de los sectores económicos más beneficiados. Acorde a su trasfondo oligarca y la gestión de la cual es parte, este patrón de estancia planea desguazar la institución responsable del control de alimentos, las plagas y la fiscalización de exportaciones agroalimentarias. Así lo habría acordado en una reunión con magnates del campo a fines del año pasado.
De acuerdo con Letra P ya está confeccionada una lista con 150 personas que perderían sus puestos próximamente. A la vez, cerrarían ocho o nueve de los catorce Centros Regionales para llevar las tareas fitosanitarias a firmas privadas. “Estoy muy feliz de cumplir con las directivas de poner al Senasa en sintonía con el resto del Estado”, expresó Negri, quien funge como presidente pese a no haber sido designado oficialmente.
Los trabajadores denuncian que las condiciones laborales son pésimas: no hay dinero para los fletes e incluso falta la luz en los baños. El vaciamiento es evidente. Etchevehere cuenta con el apoyo Santiago Hardie, secretario de Desarrollo Territorial, quien designó al macrista Cristian Cunha como director regional de Santa Fe. De esta forma, el oficialismo pasó a controlar una zona por donde pasan 30% de las exportaciones del país y planea hacer lo propio con otros puntos de salida. La intención sería debilitar posibles medidas gremiales de resistencia.
Como detalle el informe, miembros del organismo provenientes del gobierno kirchnerista avalan y contribuyen con el esquema de Etchevehere. Tal es el caso de Jorge Dillón, aliado de Aníbal Fernández y máxima autoridad del Senasa hasta hace algunos años, así como Lisandro Tabossi.
Pese a la decisión del gobierno, según Letra P, los empresarios no estarían convencidos del esquema. “Hoy no queda claro qué es lo que va a pasar. Nos dicen que nos van a trasladar los programas de algunas enfermedades, pero no sabemos si vienen con los empleados, con el presupuesto, no hay un acuerdo claro”, afirmó el directivo de la principal exportadora de cítricos del mundo con sede en Tucumán, Buenos Aires, Montevideo, Lima y Porth Elizabeth.
En otras palabras, los empresarios temen futuros conflictos: en todo el país, los trabajadores estatales vienen mostrando disposición de lucha frente a los ataques. |