La planta que cuenta con 240 empleados se encuentra paralizada desde el domingo por los trabajadores a raíz de la falta de pago de salarios, horas extras, vacaciones y premios, además de suspensiones injustificadas. |
La empresa viene desarrollando una política en el ámbito de la salud tendiente a rechazar las licencias médicas y los certificados presentados por los trabajadores, descontando los días no trabajados que excedan la prescripción hecha por el médico de la empresa. Esta política llegó a su máxima expresión en la situación vivida por un trabajador que ante un fuerte dolor en el pecho, lo hicieron esperar un par de horas hasta llegara el médico a la planta, quien restándole importancia a la situación, le indicó hiciera reposo en su casa. El trabajador consultó a otro especialista de su obra social, quien le confirmó que había sufrido un infarto.
El día martes la empresa, frente a la medida tomada por los trabajadores, realizó una denuncia con el objetivo de lograr el desalojo. Esta consistía en que los trabajadores al impedir el transporte de aerosoles ponían en riesgo de explosión a la fábrica. Dicha denuncia no prosperó porque los trabajadores permitieron el transporte de estas sustancias.
Pese a que los empleados no cuentan con el apoyo del sindicato ni de los delegados, quienes no han intervenido en el conflicto y tampoco se han pronunciado en favor, se encuentran motivados para continuar con la lucha.
Estos ataques a las condiciones laborales, no son aislados, se dan en un contexto en el que otras empresas de la zona (Rapistand, Envases del Plata, Hospital Posadas) quieren avanzar con suspensiones, despidos, y una mayor flexibilización laboral adelantándose a la reforma. |