Gracias al revuelo mediático generado por la organización de los estudiantes, el SSA y la UA han entregado nuevas propuestas con respecto al problema de las residencias, pero aún sin un sustento claro de cómo solucionarlo.
Los estudiantes de medicina de la UA se encuentran aún sin respuesta frente a la problemática de falta de residencia para el internado que debiese dar inicio el próximo 5 de febrero.
Frente al revuelo causado por la denuncia en medios de comunicación - entre ellos, La izquierda Diario Chile - en menos de una semana y antes del plazo fijado por las autoridades del servicio de salud, el pasado lunes 15 de enero se reunieron nuevamente autoridades de la universidad, esta vez la Vicerrectora Académica, con autoridades de la carrera.
Según lo conversado, la solución sólo para los estudiantes de 3° a 5° involucran un pago de 1.800.000 pesos por parte de la Universidad a la Concesionaria Sacyr, es decir, significando una fuga mensual de recursos públicos fruto del endeudamiento de miles de familias, a los bolsillos de privados para enriquecer aun más a esta millonaria empresa.
Con respecto al tema de la residencia, que tiene un plazo crítico, se firmará un compromiso por escrito por parte del SSA de cumplir con el plazo entregado la reunión anterior (26 de febrero) para tener solución. Sin embargo, los internos desconocen si el carácter del documento es o no vinculante. Dentro de las "posibles soluciones" se incluye que los estudiantes compartan espacios con los funcionarios del hospital, solución que para los internos es insostenible ya que estos espacios ni siquiera alcanzan a cubrir adecuadamente las necesidades de los funcionarios.
En el entretanto los estudiantes publicaron un vídeo de denuncia y difusión sobre esta situación, donde destacaron el rol que cumplen los estudiantes de medicina muchas veces "solucionando problemas que lamentablemente padece nuestro sistema de salud, ya sea por agobio laboral o por falta de personal". Así mismo criticaron la falta de respuesta tanto de "las autoridades de la universidad como del SSA que no tienen como prioridad el dar una respuesta efectiva", una muestra clara de las consecuencias que tiene la abolición de la democracia universitaria durante la dictadura militar.
Finalmente, el llamado es a la organización de los estudiantes, a unirnos con docentes y funcionarios para conseguir nuestras demandas y conseguir un objetivo mayor que es terminar con las lógicas de educación de mercado que atraviesan a las instituciones educativas de todo el país.