Uno de los temas recurrentes en las asambleas del Sindicato de Profesores y Profesionales de la Educación (SIPPE) fue los problemas que tenían los delegados sindicales en sus unidades educativas para desarrollar y cumplir sus labores sindicales.
En varias escuelas se verificó problemas con las horas sindicales correspondientes a los delegados, con los minutos para exponer en los consejos de profesores, las dificultades para generar instancias de discusión y votaciones de las movilizaciones, e incluso, los constantes maltratos ejercidos por directores y directoras a los colegas.
Estas graves denuncias fueron expuestas en las reuniones mensuales del Sindicato con la CMDS (Corporación Municipal de Desarrollo Social), en las cuales se encontraba el secretario ejecutivo, Edgardo Vergara, y la directora de educación de la CMDS, Ada Ibacache. De acuerdo a los trabajadores, las autoridades exigieron, como conducto regular, que las denuncias se hicieran por escrito, a través de una carta firmada por el trabajador.
Las delegadas sindicales de la Escuela Patricio Cariola, y la delegada del Liceo de Hombres de Antofagasta, realizaron las respectivas denuncias, pero sin recibir respuesta. O, se podría decir, la respuesta ha sido avalar que las delegadas no continúen trabajando en sus unidades educativas y la impunidad de los directores en este tipo de prácticas.
Los encargados de educación hacieron caso omiso frente a lo que estaba sucediendo y finalmente lo único que se logró con estas cartas fue que desvincularan a dos delegadas sindicales y a 36 profesores por denunciar los ataques por parte de los directores a nuestra organización sindical.
Las denuncias
Una de las denuncias a directores fue en la Escuela Patricio Cariola D-136. La delegada despedida Daniela Avilés, hizo su primera constancia en la Inspección del Trabajo con copia a CMDS, en el mes de junio del 2017, por las prácticas antisindicales del director electo por Alta Dirección Pública, Marcelo Illanes.
Avilés no tuvo ninguna respuesta por parte del empleador frente a esta situación que comenzaba afectar a la profesora y, al contrario de detenerse, siguió con la misma línea. Es así como en agosto se vuelve a dejar una segunda constancia. La directora de Educación Básica María Fernanda Videla le informa a la delegada que se comunicará con el director para conversar la situación, pero finalmente la reunión entre las partes nunca se efectuó.
Finalmente, la CMDS con las cartas y constancias escritas que solicitó solo armó una lista negra de trabajadores que son delegados sindicales y gremiales. Por otro lado, continuó permitiendo el abuso y el autoritarismo de los directores para perseguir a los profesores y sacarlos de sus lugares de trabajo desarticulando la organización sindical y gremial; disciplinando a los trabajadores, condicionando su estabilidad laboral con el cambio constante de unidades educativas para hacerlo más dóciles y que no se fortalezcan las organizaciones que velan por sus derechos.
|