Este martes el presidente electo presidente de Chile, Sebastián Piñera, dio a conocer los nombres de sus próximos ministros y ministras. Son 23 ministerios que estarán conformados por 11 independientes, cinco militantes de Renovación Nacional (RN), cinco integrantes de la Unión Demócrata Independiente (UDI), y dos personas de Evolución Política (Evópoli).
Las 11 autoridades que no pertenecen a ningún partido político -pero sí están estrechamente ligadas con la derecha- son de distintas profesiones y áreas. Uno de los nombramientos que sorprendió fue el del escritor Roberto Ampuero, futuro ministro de Relaciones Exteriores; se suman también Felipe Larraín (ministro de Hacienda); Alfredo Moreno (ministro de Desarrollo Social y próximo Ministerio de la Familia); José Ramón Valente (ministro de Economía); Gerardo Varela Alfonso (ministro de Educación); Juan Andrés Fontaine (ministro de Obras Públicas); Emilio Santelices (ministro de Salud); Antonio Walker (ministro de Agricultura); Susana Jiménez (ministra de Energía); Pauline Kantor (ministra de Deporte); y Alejandra Pérez (ministra de Cultura y las Artes).
Como integrante del próximo comité político y además ministro del Interior se encuentra el miembro de la UDI e íntimo del presidente electo, Andrés Chadwick; también fue nominado Hernán Larraín (ministro de Justicia y Derechos Humanos); Felipe Ward (ministro de Bienes Nacionales); Marcela Cubillos (ministra de Medio Ambiente); e Isabel Plá (ministra de la Mujer y Equidad de Género).
En representación de RN fueron elegidos Alberto Espina (ministro de Defensa); Cecilia Pérez (ministra Secretaría General de Gobierno); Nicolás Monckeberg (ministro del Trabajo y Previsión Social); Cristián Monckeberg (ministro de Vivienda y Urbanismo); y Baldo Prokurica (ministro de Minería).
De esta forma, la cantidad de militantes electos como futuros ministros y ministras es igual para ambos partidos de Chile Vamos.
Por su parte, Evópoli se queda con dos ministerios: Gonzalo Blumel como ministro Secretario General de la Presidencia, y Gloria Hutt, ministra de Transporte y Telecomunicaciones.
Así, el primer gabinete de Piñera estará conformado por 16 hombres y siete mujeres. De las 23 autoridades elegidas son ocho hombres y tres mujeres independientes (11), tres hombres y dos mujeres UDI (5), cuatro y una mujer RN (5), y un hombre y una mujer en representación de Evópoli.
Empresarios conocidos, figuras fuertes “piñeristas” y nuevos rostros
Piñera se prepara para instalar un fuerte gobierno neoliberal y de los empresarios, que pueda darle gobernabilidad y margen, en una situación política inestable que no logra cerrar lo abierto tras las movilizaciones por la educación gratuita hace ya casi siete años, bajo el primer gobierno del derechista.
A diferencia de su gabinete durante el primer gobierno, la actual propuesta pone al centro la relación estrecha entre política y economía, y deja atrás el carácter más técnico, dando espacio a figuras reconocidas de RN y UDI, y a empresarios ligados al gran capital. A la vez, darle un fuerte peso político a la dirección del gobierno- comité político- representada por rostros muy cercanos a Piñera como es el caso de Cecilia Pérez, como vocera de gobierno, y el UDI Andrés Chadwick, en el ministerio del Interior. Ambos rostros “piñeristas” de Chile Vamos. Se suma también Felipe Larraín, reconocido empresario, y Blumel, desde Evópoli.
En el ámbito económico Piñera optó por Larraín en Hacienda y Valente en Economía. El primero ya encabezó aquel ministerio durante el primer gobierno del derechista, y representa al gran capital. Ha trabajado como consultor de las Naciones Unidas, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). También ha sido miembro del directorio de diversas empresas, como AntarChile, principal sociedad holding del grupo Angelini; Cruzados SADP, sociedad controladora del equipo de fútbol de la Universidad Católica; y Mercantil Factoring (servicios financieros), entre otras.
Por su parte, Valente es un reconocido analista económico, muy escuchado por la derecha, economista y director de Econsult, e integrante del equipo económico de Piñera en su campaña. En 2012 asumió como jefe programático de la candidatura de Laurence Golborne, pero tras la derrota formó parte también de los equipos de Evelyn Matthei. Hace unos días fue nombrado por Piñera como el encargado de destrabar proyectos de inversión, un punto clave en el nuevo gobierno.
Otro nombre que destacó fue el de Alfredo Moreno, ex canciller y ex presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), actualmente elegido como ministro de Desarrollo Social; un nuevo giro “a lo social” por parte de la derecha, que busca ligar al mundo empresarial con las demandas sociales. Es decir, impulsar una estrategia “social” al empresariado- considerando la fuerte presencia que siguen teniendo demandas y movimientos sociales-, sumado a que podría ser una próxima carta presidencial del piñerismo.
Una sorpresa fue la elección del independiente Gerardo Varela en el ministerio de Educación. Varela es abogado de la Universidad de Chile, presidente del directorio de Soprole, es vicepresidente de Iansa, encabeza el nuevo Observatorio Judicial de Libertad y Desarrollo, es parte de un comité de ética interna de la Sofofa y es consejero del Círculo Legal de Icare. También es conocido por su postura respecto a la educación como un “bien económico” y no como un derecho social pleno para las personas.
La elección de Varela ya ha sido cuestionada, tanto por su perfil empresarial y lectura mercantil de la educación, como también por su falta de experiencia en esta materia. Esta se basa en su participación como miembro del directorio de EducaUC, organismo relacionado a la Pontificia Universidad Católica de Chile, red que cuenta con 10 colegios.
Varela es un férreo defensor de la propiedad privada y la clase empresarial. En su texto titulado empresas con pérdidas aseguró que “el derecho de propiedad siempre debe prevalecer por sobre la obligación de pagar impuestos”, y describió al Estado como un “mero socio de negocios”.
Sin embargo, no es un rostro profundamente conocido de la derecha, lo que también se podría entender si se considera lo conflicto del puesto. En el pasado gobierno de Piñera, y en plenas movilizaciones del movimiento estudiantil por la educación gratuita universal, fueron volteados cinco ministros de Educación, lo que abrió una profunda crisis debido al cuestionamiento a uno de los pilares y herencias fundamentales de la dictadura. Es mucho lo que se juega en este cargo, aún más considerando el fuerte peso político que continúan teniendo las y los estudiantes.
De esta manera, Piñera presenta su próximo gabinete político y empresarial, preparándose para darle gobernabilidad a su mandato durante los siguientes cuatro años y defender el modelo capitalista y neoliberal tan cuestionado por amplios sectores de la sociedad. ¿Podrá revertir la relación de fuerzas a favor de la derecha, los empresarios y la casta política? | 
