Así es que este martes, Chuck Schumer, líder de los demócratas en el Senado, retiró la oferta de aprobar fondos para las políticas antimigratorias de Trump a cambio de protección a los dreamers. El argumento del senador es la incapacidad de Trump de respetar los lineamientos de un acuerdo que ambos debatieron el viernes 19 de enero.

“Vamos a tener que comenzar con una nueva base, y el muro ya no está sobre la mesa”, declaró Schumer en rueda de prensa.

Schumer le ofreció a Trump 25.000 millones de dólares en una gran concesión a la Casa Blanca. Dick Durbin, el segundo demócrata de mayor rango en el senado estadounidense, fue consultado al respecto y justificó “lo hizo en el contexto de una negociación”.

No es por buenos samaritanos que ahora los demócratas retiran la oferta a Trump, sino por fríos cálculos electorales. La Unión para las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) había anunciado que dará seguimiento a los debates en el Congreso durante las próximas semanas, y difundirán los nombres de los legisladores que apoyen o defrauden a los dreamers con el objetivo de que los votantes “emitan un voto informado en las elecciones intermedias de noviembre”.

En las elecciones que llevaron a Trump a la Casa Blanca, fue notoria la pérdida de apoyo entre la comunidad latina Hillary Clinton, la candidata demócrata. Mientras en 2012, los demócratas obtuvieron el 71% del voto latino, frente al 27% de los republicanos, en 2016 consiguieron el 65%, frente al 29% de Trump.

Si los demócratas no consiguen un alivio migratorio antes del 5 de marzo para los jóvenes dreamers, que arribaron a Estados Unidos siendo menores de edad, 700,000 podrían ser deportados. Y los demócratas temen perder más base social entre los latinos.

El próximo 8 de febrero se reabrirá la crisis por el financiamiento de la administración estadounidense, y se podría enfrentar nuevamente el escenario de un cierre. El muro sigue siendo un punto controversial del gobierno de Trump. Desde su campaña electoral insistió en que México pagaría por la construcción de la valla fronteriza para impedir el paso de los migrantes, cuestión que México no aceptó.

El presidente estadounidense tuvo que pedirle fondos al congreso para construir el muro. Se prevé que tendrá un costo de 21.000 millones de dólares aproximadamente. Los demócratas y algunos republicanos sostienen que hay mecanismos más efectivos que la valla fronteriza para contener la migración en la frontera sur. Vaya si lo sabrán: el demócrata Barack Obama batió el récord de deportaciones durante sus dos mandatos.