Foto: Antonio Litov/ID
Este miércoles la plataforma #StopPujades realizaba una nueva concentración en repulsa contra el incremento del 2% de los precios del transporte público pactado entre el Ayuntamiento de Barcelona en Comú, ATM (Autoritat del Transport Metropolità) y la Generalitat.
Como ya viene siendo habitual, los integrantes de la plataforma Stop Pujades organizaron primero las protestas de forma descentralizada, de modo que se puedan abarcar numerosas estaciones de Metro, Rodalies (Cercanías) y Ferrocarril en Barcelona y los municipios cercanos.
Después, numerosas columnas de los diferentes puntos de protesta se dirigen a la estación de Metro La Sagrera, uno de los centros neurálgicos del transporte público.
Ayer la protesta concentró a casi doscientas personas con un mismo objetivo, echar atrás la subida del 2%, entre pancartas y cánticos como “Transport públic a preus populars” (Transporte público a precios populares) o “Contra l’estafa de TMB, cola’t tu també” (Contra la estafa de TMB, cuélate tu también).
Una vez finalizada la protesta, se leyó el comunicado en el que se denuncia la subida de tarifas por parte del Ayuntamiento de Ada Colau, la Área Metropolitana de Barcelona y la Generalitat.
En el manifiesto, la Plataforma Stop Pujades denunciaba también la gestión de las instituciones centrada en el turismo, haciendo del transporte público un “lujo” lejos de ser un servicio básico para la clase trabajadora. Incrementando así la situación de ultraprecariedad y pobreza que se vive en una de las ciudades con mayor carestía de vida para amplias capas de la sociedad.
Además, las protestas, que vienen siendo semanales, denuncian también que sea la gran mayoría de la población la que tenga que pagar la falta de financiamiento por parte del Estado español y la deuda contraída fruto de la mala gestión de las partes implicadas en el consorcio que administra el transporte público. Además de poner en evidencia los sueldos astronómicos de los directivos de TMB.
Y es que cabe destacar que esta subida del 2% del transporte público contrasta con los sueldazos que se embolsan desde la dirección de TMB (Transports Metropolitans de Barcelona). Unos salarios que no solo provienen de este nuevo incremento en los precios de los billetes, sino también a cambio de someter a una precariedad cada vez más asfixiante a la plantilla de Metro y Bus.
Sin ir más lejos, TMB se ha convertido en la actualidad en la puerta giratoria de algunos miembros de ICV y EUiA, parte integrante de Barcelona en Comú. Mientras Enric Cañas y Pau Noy se llevan 105.000 y 60.000 euros respectivamente, los trabajadores de TMB siguen luchando por un convenio digno y por el fin de la precariedad. Y eso, por no hablar, de Mercedes Vidal, dirigente de EUiA y actualmente directora de TMB desde la llegada de Ada Colau al Ayuntamiento. Las mismas que han ejercido como principal ariete contra las numerosas huelgas que vienen llevando a cabo los trabajadores y trabajadoras en estos últimos años.
La plataforma #StopPujades nació en 2014 para frenar el “tarifazo” y volver a los precios pre-crisis en el marco del aumento anual del precio de los billetes que llevaron adelante el PSC primero y después CiU. Tras tres años en los que se consiguió congelar las subidas, la plataforma, ahora junto a los CDR y diferentes organizaciones de izquierda vuelve a movilizarse para echar atrás estos nuevos abusos que solo pueden llevar al incremento de la precariedad y la pobreza. |