“Lo haremos paulatinamente. Va a suceder en algún punto del futuro, a lo largo de un periodo de 10 a 12 años”, afirmó Trump ante periodistas.
Hasta septiembre de 2017, los dreamers, inmigrantes que llegaron a Estados Unidos en su niñez, estaban protegidos de la deportación y tenían autorización a trabajar legalmente en Estados Unidos bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), promulgado durante el gobierno del demócrata Barack Obama.
Trump en ese mes afirmó que cancelaría el programa, y dio plazo hasta marzo de este año al Congreso para que presente una solución legislativa.
El próximo lunes 29 de enero se presentarán los lineamientos que “representan una solución negociada que pueden respaldar los miembros de ambos partidos”, según anunció Sarah Huckabee Sanders, secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
La protección de los dreamers es un tema espinoso para la administración estadounidense. Están 700,000 inmigrantes en riesgo de ser deportados a partir de marzo si no se llega a un acuerdo, y esta situación provoca gran descontento entre la comunidad latina.
Para el partido republicano y el partido demócrata esto es malo en un año electoral, cuando a fines de éste habrá elecciones intermedias.
Las organizaciones y los activistas defensores de inmigrantes ya criticaron el acuerdo anterior aceptado por los demócratas por el cual Trump pudo poner fin al breve cierre del gobierno. Era un acuerdo basado en una promesa vacía, a cambio de endurecer las políticas antimigratorias contra quienes intenten llegar a territorio estadounidense y contra los latinos que no están protegidos por el DACA y no tienen autorización para la estancia en el país.
Son unos 36 senadores de ambos partidos los que llevaron a cabo una reunión privada este miércoles. Buscan elaborar por consenso una legislación que sirva de base para el debate migratorio en el senado, que se estima inicie el 8 de febrero, el nuevo plazo para discutir la financiación del gobierno estadounidense. |