El presidente Mauricio Macri llegó ayer a París en el marco de su gira por Rusia y Europa. Hoy se reunirá con el presidente Emmanuel Macron.
Como una clara muestra de buena voluntad, Macri le informará a Macron la decisión de pagar la deuda que el Estado tiene con la empresa francesa Suez por la estatización de la ex Aguas Argentinas.
Con este gesto, Macri apuesta a acercar posiciones con el mandatario francés, uno de los que mayores objeciones viene planteando para avanzar en un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur.
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En ese sentido, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, afirmó ayer en Davos, Suiza, que la reunión que el presidente Macri con Macron "es clave para el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea".
Francia lidera una serie de países de la UE (entre los que se encuentran Irlanda y Polonia, entre otros) que se opone a las exigencias de Brasil, secundado por la Argentina, para que el tratado comercial incluya cuotas mayores de exportación en rubros como la carne. Según responsables de la negociación comercial de Brasil, la cuota que pretenden lograr equivale a apenas "dos hamburguesas" por habitante de la UE.
El rechazo de estos países a los reclamos del Mercosur, está entre los motivos por los que fracasó el objetivo que perseguía Macri de lograr la firma del tratado comercial en diciembre pasado en Buenos Aires.
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Premio a los vaciadores
La deuda con la empresa francesa Suez que Macri se dispone a pagar, para ablandar la resistencia de Macron, es resultado del litigio que dicha firma inició en el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial.
En 2015, un fallo del este organismo resolvió condenar a la Argentina a pagar más de USD 380 millones por la estatización de la ex Aguas Argentinas, al rechazar el pedido de nulidad del laudo presentado por el país.
La empresa Aguas Argentinas, concesionada a Suez, fue reestatizada en 2006 luego de un escandaloso vaciamiento que había colocado a la empresa al borde de la quiebra y maniobras para evadir impuestos.
En 2004 la empresa había sido invesitada por el juez Julio Speroni por un caso de facturas falsas mediante las cuales pagaba por servicios inexistentes, reduciendo así los montos a tributar por Ganancias y por IVA. El entonces presidente Néstor Kirchner cuestionó además a la empresa por las exageradas erogaciones a firmas vinculadas (consultoras, empresas constructoras, proveedores de repuestos, entre otras), por incumplir el contrato de concesión y las obras proyectadas.
No obstante, la firma obtuvo un fallo favorable en CIADI aduciendo que el país incumplió con la rescisión del contrato. Y ahora Macri se dispone a pagar lo ordenado por esa corte armada a la medida de las empresas.
Un premio a los vaciadores que el gobierno realizará con el objetivo de destrabar un acuerdo con el que sólo ganan el agropower y las grandes multinacionales que se beneficiarán de los negocios entre la UE y el Mercosur. | 
