Fuentes judiciales confirmaron que los análisis realizados por los peritos de la División del Departamento de Delitos Ambientales comprobaron que se trató de envenenamiento con carbofurán.
En diálogo con Los Andes de Mendoza, el fiscal Javier Giaroli -a cargo de la investigación- informó que este viernes personal de la División Operaciones del Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina concluyó las tareas que se les habían solicitado.
Su uso es el control de plagas. Su acción no es solo por contacto, ingestión e inhalación (en los insectos), sino que también por movimiento sistémico en las plantas (penetra por la raíz y las hojas y se distribuye por toda la planta). Cuenta con un efecto residual prolongado por lo que puede alcanzar a varios miembros de una cadena alimenticia.
Si bien su principal productor mundial es la norteamericana FMC Corporation, dedicada al negocio de los fitosanitarios, en 2009 la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos canceló todos los usos del Furadán en alimentos, una acción que equivale a una prohibición de facto sobre su uso en todos los cultivos para el consumo humano. También su uso está prohibido en la Unión Europea.
Pero en Argentina, según el artículo 2° de la resolución 10/91 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, el Furadán está prohibido solo para perales y manzanos. Según el Ministerio de Agroindustria es “extremadamente tóxico para peces, altamente tóxico para abejas y muy tóxico para aves”.
El envenenamiento es una práctica habitual cuando un puma ataca animales de cría, como una oveja. A esos cadáveres se les aplica gránulos de carbofurán alrededor, ya que los mismos animales que los cazaron, vuelven a comer y se envenenan. Sin embargo no solo muere el depredador, como el puma, que cohabita con el ganado, sino también los animales carroñeros que dependen del depredador, como el cóndor.
Por otro lado, el puestero detenido, Nibaldo Baigorria, de la localidad de Los Molles, fue formalmente imputado por “daño agravado por uso de sustancia venenosa e infracción a la Ley de Fauna por depredación de fauna silvestre mediante medio prohibido” y por “tenencia ilegal de arma de uso civil”, ya que se le encontró una escopeta con mira telescópica. Al hombre se le otorgó prisión domiciliaria, a raíz de sus problemas de salud. Sobre el otro imputado, de apellido Rojas, aún no existen novedades sobre su paradero.
El campo de Los Molles en donde fueron encontrados los 34 cóndores pertenece al grupo inversor anglo-malayo Walbrook, dueño de 600 mil hectáreas en Argentina, de las cuales 250 mil están ubicadas en Malargüe. Walbrook también controla la sociedad anónima Nieves de Mendoza, propietaria del complejo de esquí Las Leñas. El secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance, declaró a Télam que el empresario malayo Pakiri Arumugan, quien lidera el grupo Walbrook, ya ha sido “notificado” de tener “responsabilidad sobre el tema”.