La Alianza de Oposición, encabezada por Salvador Nasralla llamó a realizar una manifestación masiva en Tegucigalpa, la capital hondureña, para “boicotear” el acto de asunción de Hernández, al que no asistirá ningún presidente extranjero.
Mientras tanto, Juan Orlando Hernández, el presidente cuestionado, ordenó el despliegue de un gran operativo policiaco-militar que incluirá vehículos blindados.
El Tribunal Supremo Electoral lo declaró ganador de las elecciones presidenciales de noviembre de 2017, a pesar de las denuncias de fraude de la Alianza de Oposición, que asegura que su candidato, Salvador Nasralla, es el verdadero ganador de los comicios.
El descontento tomó las calles
En los últimos meses se hizo sentir fuerte el descontento social en las calles hondureñas, y la oposición encabezada por Nasralla quiere capitalizar el hartazgo de los innumerables atropellos de Hernández, entre los que se cuentan escándalos de corrupción y una profunda crisis del sistema de salud del país centroamericano.
Se sucedieron masivas movilizaciones para exigir que se vuelvan a realizar las elecciones, y fueron numerosas las que terminaron con brutales ataques de policías y militares contra manifestantes. Según organizaciones civiles hasta ahora hay al menos 30 muertos.
Aunque Nasralla impugnó los resultados electorales, aun no logró que le dieran respuesta. Así es que este martes 23 de enero decidió “agotar las instancias legales”, según declaró, e interpuso un recurso de amparo ante el Poder Judicial.
OEA y ONU avalan a Juan Orlando Hernández
Observadores internacionales y de la Organización de los Estados Americanos (OEA) habían respaldado la denuncia de la oposición hondureña. Su propuesta había sido convocar a nuevos comicios por esas irregularidades, pero este 22 de enero cambiaron su postura y declararon su “firme intención de trabajar en el futuro con las autoridades electas de Honduras”.
Juan Orlando Hernández, protegido por Estados Unidos, quiere resolver la crisis política que enfrenta con la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En este sentido, Ebal Díaz, secretario del Consejo de Ministros, dio a conocer que se le pidió a este organismo “apoyo técnico” para la puesta en marcha de un proceso de “diálogo nacional”. En la misiva enviada a la ONU se plantea como objetivo que este apoyo sirva para “alcanzar acuerdos que permitan la construcción de un pacto social por la paz, la seguridad ciudadana, la convivencia armónica y el desarrollo político, económico y social sostenible”.
Vínculos con el crimen organizado
Sin embargo, aun no se termina de apagar un incendio y se enciende otro. Según un informe de The Associated Press, José David Aguilar Morán, quien acaba de asumir como nuevo jefe de la policía nacional de Honduras, en 2013 colaboró con el líder de un cártel del narcotráfico para que se concretara la entrega de un cargamento de cocaína.
Este nuevo escándalo azuzará el amplio descontento que recorre Honduras. La oposición ha convocado a sus bases a un paro nacional. Pero como explicamos [en esta nota → https://www.laizquierdadiario.mx/Honduras-Alianza-de-Oposicion-llama-a-sus-bases-a-paro-nacional?id_rubrique=1714], “la Alianza de Oposición ha demostrado ser incapaz de llevar hasta el final las reivindicaciones y reclamos del pueblo hondureño. Las mismas autoridades con las que intentaron negociar –organismos internacionales como la OEA y el propio Congreso de Estados Unidos– son quienes ahora reconocen a Hernández, siendo cómplices del fraude electoral y de la imposición del segundo mandato de la derecha en Honduras.
Para lograr las demandas de las mujeres, la juventud y el pueblo trabajador en Honduras, es necesario fortalecer la movilización y extender la organización social con independencia de clase, es decir, independiente de las fuerzas “opositoras” que figuran en Nasralla y Zelaya que a todas luces antepusieron la negociación con el gobierno de Hernández por sobre las demandas y la legitima defensa de la voluntad popular, que miles defendieron en las calles durante varias semanas”. |