El Departamento de Estado de los Estados Unidos informó que el alto funcionario realizará una gira durante los primeros días de febrero “para promover un hemisferio seguro, próspero, democrático y con seguridad energética”. El viaje que se extenderá del 1 al 7 de febrero, incluye a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, cuyos gobiernos están subordinados a la política agresiva contra Venezuela emanada desde la Casa Blanca.
El lunes 5 tendrá lugar el encuentro fundamental de su gira en Buenos Aires: se reunirá con Mauricio Macri para discutir la crisis en Venezuela. Desde que asumió, el gobierno argentino se ha vuelto una pieza clave para la estrategia de la Casa Blanca contra Nicolás Maduro. En primer lugar por la importancia económica y política que tiene Argentina en la región después de Brasil. Pero también porque durante la etapa anterior, durante los gobiernos kirchneristas, Argentina fue uno de los grandes aliados del chavismo, en ciertos aspectos incluso más que el Brasil de Lula y Dilma Rousseff, mientras que ahora con el gobierno macrista es el principal abanderado de la lucha contra el chavismo.
La injerencia imperialista va contra los intereses del pueblo trabajador
Como aclaró el Departamento de Estado, durante el viaje Tillerson "abogará por una mayor atención regional a la crisis en Venezuela". Un anuncio muy claro de la intención de Washington de intervenir en la política venezolana, y de activar en tal sentido a sus aliados regionales, a solo días del adelantamiento de las elecciones presidenciales por parte del gobierno de Maduro para antes del 30 de abril (estaban previstas para diciembre) y posteriormente de haber proscripto a la coalición de la derecha MUD.
La primera medida del gobierno venezolano fue una maniobra política para tratar de recuperar legitimidad en el marco de una crisis económica monumental que viene descargando sobre el pueblo trabajador como por ejemplo con una inflación de más del 2.000% sólo en 2017. La segunda, es una medida claramente antidemocrática que trata de atomizar a la derecha y reafirma el creciente autoritarismo del gobierno.
El imperialismo y la derecha continental aprovechan estas medidas arbitrarias de Maduro para esgrimir demagógica y falsamente la demanda de “democracia”. El propósito real es debilitarlo al máximo y avanzar en el camino de sacar al chavismo del poder a favor de algún representante de la derecha proimperialista venezolana. Tanto Trump como los gobiernos de Macri o Santos en Colombia, ya dijeron que desconocerán las elecciones.
Ninguna intención de defender los derechos democráticos tienen aquellos que impulsaron golpes de estado a lo largo y ancho del continente, y lo siguen haciendo (no por nada Trump dijo en agosto del año pasado previo a la gira del vicepresidente Mike Pence que no descartaba la “opción militar” en Venezuela); los que se enriquecieron durante las dictaduras como Macri en Argentina, o los que impulsaron la guerra sucia y los paramilitares como Santos en Colombia.
Ninguno de ellos quiere favorecer los intereses de los trabajadores y el pueblo pobre de Venezuela. Por el contrario, pretenden recuperar la influencia política del imperialismo sobre el país a través de un gobierno títere y volver a hacer grandes negocios a costa del pueblo trabajador.
Como hemos dicho en otros artículos, las medidas de Maduro tienen un carácter antidemocrático, pero esto no nos puede impedir repudiar la injerencia imperialista que pretende imponer Estados Unidos junto a sus aliados de la derecha regional.
Visita especial al sur argentino
El sábado 3 Tillerson llegará a la ciudad de Bariloche, un hecho de importante simbolismo y provocación política. La famosa ciudad es una de las más importantes del sur argentino, región donde grandes terratenientes y monopolios de potencias imperialistas se apropian del patrimonio nacional y libran una guerra velada contra los pueblos originarios para arrebatar más tierras y recursos.
Esta política de apropiación y saqueo dio un salto desde que asumió el gobierno de Macri en diciembre de 2015. Desde entonces viene militarizando la región y azuzando a las fuerzas represivas contra la protesta social, lo que ya dio como resultado variadas represiones contra el pueblo Mapuche y trabajadores en luchan por su fuente de trabajo. La muerte y desaparición de Santiago Maldonado en medio de una cacería de la Gendarmería Nacional y el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel a manos de la Prefectura Naval, fueron su consecuencia directa.
En este marco, el Departamento de Estado anunció que en Bariloche Tillerson tratará temas como “los intercambios científicos y prácticas conservacionistas en el Parque Nacional Nahuel Haupi”. Claramente una provocación política.
El domingo, ya en Buenos Aires, se hará un rato para el esparcimiento viendo la gran final de fútbol americano entre las Águilas de Philadelphia y el equipo favorito de Trump, los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Tras su encuentro con Macri partirá hacia Lima, Perú, donde se reunirá con el presidente Pedro Kuczynski para avanzar en otro objetivo importante: preparar las condiciones para una visita de Trump a la Cumbre de las Américas que tendrá lugar en abril y que seguramente se convertirá en otro escenario de ataque del imperialismo contra el gobierno de Maduro. |