Con el nombramiento del nuevo gabinete ministerial de la derecha para el próximo gobierno, quedó al descubierto que Piñera y Chile Vamos se preparan para torcer el brazo de los grandes movimientos que han impuesto una agenda en las calles, desde la crisis política abierta el 2011 por los estudiantes con movilizaciones masivas que cuestionaron el régimen político en su conjunto.

Esta intención de torcer el brazo, implicó colocar a Gerardo Varela como Ministro de Educación y a Isabel Plá como Ministra de la Mujer, uno defensor de la educación como “bien económico” y otra defensora de la moral más conservadora anti-mujeres y anti-izquierda, parte de la Fundación Avanza Chile que se ha dedicado a ser oposición a cualquier derecho elemental de las mujeres, los trabajadores y estudiantes, con dichos como: “Estoy muy en contra del aborto, le pongan el apellido que le pongan”. Pero ¿podrá el gobierno derechista encontrar alianzas para derrotar a los dos grandes movimientos que han impuesto una agenda a través de las calles?

El vaivén que aplicará Piñera entre concesiones y ataques, y la intromisión de la Iglesia junto al gobierno solo podrá ser detenido a través de la unidad del movimiento estudiantil junto al movimiento de mujeres y trabajadores.

Nada tenemos que ver con Isabel Plá, nuestros intereses se contraponen, ella está dispuesta a atacar nuestros derechos, nosotras queremos conquistarlos. Para eso debemos organizarnos de manera independiente del gobierno y la oposición política que representa los intereses de los empresarios.

Al contrario de los parlamentarios del Frente Amplio y de la “bancada feminista” del PC (y parlamentarias de partidos de la Nueva Mayoría, incluida una de la derecha) que pretenden resolver nuestros derechos por la vía parlamentaria, confiando en que políticos empresariales y corruptos decidan por nosotras, nosotros debemos salir a la calle para conquistar nuestros derechos y ser ahí una real oposición al gobierno derechista de Sebastián Piñera.

Las mujeres nos hemos levantado en todo el mundo, millones nos hemos manifestado exigiendo un aborto libre, legal, seguro y gratuito para que no haya más mujeres muertas por abortos clandestinos, igualdad salarial, contra el acoso, por educación no sexista, contra los femicidios y las redes de trata, contra la discriminación que produce la doble y a veces triple jornada laboral.
Al grito de Ni Una Menos ha salido a la luz la violencia de género que vivimos a diario en este sistema capitalista y patriarcal donde el 1% más rico acapara el 80% de la riqueza mundial, y que legitima, reproduce y garantiza la opresión hacia las mujeres.

Este próximo 8 de marzo debemos movilizarnos unidos estudiantes y mujeres, y junto a los trabajadores acabar con la diferencia salarial entre hombres y mujeres, contra la precarización laboral, el acoso, los femicidios, la educación no sexista, por una ley de emergencia contra la violencia de género que sea financiada por la renacionalización de recursos naturales como el Litio que está siendo profundizado su saqueo, por aborto libre, legal, seguro y gratuito y contra toda la feminización de la pobreza que viven la mayoría de las mujeres trabajadoras, estudiantes y más precarizadas en nuestro país.

El llamado es a organizar asambleas en los lugares de trabajo, en los liceos y universidades, que la CONFECH, Federaciones de Estudiantes y los Centros de Estudiantes organicen esta paralización, para que seamos millones en las calles en todo el país y el mundo. Hagamos temblar la tierra por nuestros derechos.