La Ley 26.743 de Identidad de Género, sancionada el 10 de mayo de 2012, garantiza el derecho a la identidad autopercibida a través de una rectificación registral por vía administrativa del DNI, siendo la primera en el mundo en no requerir un procedimiento de “readecuación corporal”, como sí lo exigen en otros países.
El Registro de las Personas argumentó el rechazo diciendo que se debe conformar un equipo multidisciplinario que analice si los menores de 13 años tienen “el grado de madurez suficiente para prestar un consentimiento válido”. Esta interpretación, no solo que es arbitraria sino que contradice a la Ley, según informó Cosecha Roja.
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A esta niña como a dos niños más de La Plata y Punta Indio le negaron la identidad y fueron informado por una carta de rechazo que les llegó a su domicilio. No solamente el Estado le esta negando este derecho que fue conquistado en las calles y producto de una pelea intestina contra la Iglesia, sino que los Gobiernos son responsables.
Se calcula que más de diez mil personas accedieron desde su aprobación, al cambio de DNI. Sin embargo, fueron años de intensas denuncias, exigiendo de la implementación de la parte sanitaria de la Ley de Identidad de Género, que contempla tratamientos hormonales, intervenciones quirúrgicas, y que no se venía cumpliendo por falta de presupuesto estatal durante el Gobierno de Cristina Kirchner pero finalmente fue sancionada la parte sanitaria (art. 11) en septiembre del 2015. |