El Sindicato de Trabajadores del Azúcar había convocado a una asamblea que se llevó adelante el miércoles en la Plaza Independencia de Hipólito Yrigoyen. La patronal yanky contraatacó con un comunicado.
Alrededor de las 18 horas del jueves se reunieron los primeros trabajadores. Entre ellos había algunos de los 141 que vienen recibiendo los telegramas de despido desde el sábado 27, luego del anuncio de la Seaboard Corporation, patronal de origen estadounidense, sobre 181 desvinculaciones sin causa alguna (más que la sed de ganancia empresaria).
La asamblea había sido llamada por la directiva del Sindicato de Trabajadores del Azúcar (STA), cuyo secretario general es Martín Olivera, para dar a conocer a los obreros la lista de los despedidos, luego de la audiencia de conciliación laboral llevada a cabo el martes 30.
En la misma, la patronal yanky sostuvo que de forma indefectible si bien pagaría los salarios de los trabajadores afectados, de ninguna manera permitiría que asistan a sus puestos de trabajo, lo que va de suyo en una conciliación laboral entre partes.
Frente a esto, el descontento de los trabajadores se hizo sentir. Si bien no estaba en el temario de convocatoria la discusión sobre medidas de acción para frenar los despidos, sino el mandato para asistir a una nueva audiencia el martes 6 del corriente, parte de los 250 obreros que asistieron a la plaza exigieron a la conducción del STA acciones concretas.
“Ellos no van a dar marcha atrás, ellos nos van a votar como perros, todo somos compañeros y tenemos que apoyar”, se escuchó a un obrero que intervino y recibió numerosos aplausos. Entonces Olivera planteó que desde el sindicato iban aconsejar y poner la cobertura para realizar acciones.
Finalmente se resolvió movilizar hasta la Ruta Nacional 50 para realizar un corte como forma de protesta del que Olivera no participó aduciendo causas penales que recaen sobre él y otros miembros del STA. Sin embargo, la mejor forma de llevar adelante los cortes y las acciones, de enfrentar los ataques de las patronales y los gobiernos de turno, es con los dirigentes a la cabeza.
Para frenar los despidos en Tabacal se necesita que el STA convoque a un plan de lucha, votado en una asamblea de base, con paros, cortes de ruta y movilizaciones junto al pueblo.
“Estas luchas son por la dignidad de los trabajadores y sus familias”
Un trabajador despedido, que cumple funciones en Tabacal desde el 2005, contó en el corte que “ahora nos planteamos tratar de trazar un plan de lucha para ver si se puede revertir esta situación que sabemos que es difícil porque a nivel país está muy complicado (…) nosotros estamos al tanto de prácticamente todo lo que está pasando, está la gente de Río Turbio, Hospital Posadas”.
También habló sobre el conflicto en el otro ingenio de la provincia, el San Isidro, cuya patronal multinacional peruana confirmó el miércoles en una reunión en el Ministerio de Trabajo de Nación que “el grupo Gloria podrá decir cerramos a como dé lugar´ porque ellos no quieren pagar un salario digno, que a ellos les parece alto igual que a la corporación ({Seaborad Corporation}, NdR) que está gerenciando el Tabacal, pero la plata que ellos se llevan no tiene nombre (…) ¿cómo haces para mantener la familia hoy en día? (..) sería lindo que la Federación (Federación Azucarera Regional, NdR) se ampare en algo más fuerte, lo que puede ser juntar a todos los gremios a nivel nacional y decirleshagamos un plan de lucha, vayamos por algo más fuerte´, esto se tiene que terminar”.
Los obreros azucareros de los Ingenios Tabacal, Ledesma, San Isidro y La Esperanza necesitan que la Federación Azucarera Regional (FAR) coordine un plan de lucha votado en asambleas de trabajadores de cada uno de los ingenios y el campo, efectivos, contratados y despedidos, para enfrentar hasta el final cada uno de los ataques, con paros conjuntos para golpear como un solo puño y así torcerle el brazo a las patronales y los gobiernos de Mauricio Macri, Juan Manuel Urtubey y Gerardo Morales.
Ante el contraataque de la Seaboard, plan de lucha para ganar
Frente a la resistencia de los trabajadores, la patronal del ingenio salió a contraatacar con un comunicado extenso que debería llevar un solo nombre: extorsión. En el mismo, la gerencia que está en manos de Juan Carlos Amura, sostiene por si quedaba alguna duda, que “la decisión de las desvinculaciones es completamente legal” y aclara que “esto no es una extorsión, ni al Gobierno ni a nadie” al tiempo que recuerda que “los salarios de Tabacal son mejores que los de otros 19 ingenios, que pagan menos. Solo uno paga igual y otro un poco más. El último cerró”.
En otro apartado, la pluma de Amura escribe que “ya hemos explicado que el cuarto turno, que como su nombre lo indica, es un turno adicional, permitió reubicaciones y evitó otros 110 despidos que se hubieran sumado a estos 164 dentro de convenio. Si no alcanzó esa reorganización, fue consecuencia de medidas dictadas en diciembre que estaban fuera de cualquier expectativa”.
Frente a esto Daniela Planes, referente del PTS en el Frente de Izquierda, quien estuvo el miércoles movilizándose con los trabajadores en lucha, este jueves sostuvo que “con la excusa de una supuesta crisis en el sector, las patronales azucareras plantean dos alternativas: despidos masivos o cierre (…) han lanzado un ataque conjunto para imponer peores condiciones de trabajo y arrancar mayores beneficios impositivos de los gobiernos nacional y provincial (…) el comunicado de la gerencia de El Tabacal es escandalosamente extorsivo y autoincriminante, ya que para implementar el cuarto turno amenazaron con 110 despidos, pero avanzaron con el cuarto turno y hoy hay 180 despidos (…) dicen no pretender subsidios del gobierno, pero aspiran a que el Ministerio de Energía deje sin efecto la rebaja del precio del bioetanol y que el gobierno provincial conceda una rebaja en los impuestos brutos (…) dicen no extorsionar, pero amenazan con seguir los pasos del Grupo Gloria en el Ingenio San Isidro si los trabajadores no aceptan salarios más bajos (…) desde el PTS en el Frente de Izquierda en todo el país venimos acompañando cada una de las luchas llamando a rodearlas de solidaridad, y planteamos la necesidad de que los sindicatos se pongan ya mismo a la cabeza de un plan de lucha coordinando la fuerza azucarera de todos los ingenios en lucha para derrotar el plan de guerra de las patronales, el gobierno nacional y los gobiernos provinciales”.