Fotografía: EFE
Las conclusiones del estudio fueron dadas a conocer ayer, a tres días del inicio de la reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, Suiza. El evento, tendrá lugar del 21 al 24 de enero y reunirá a los principales líderes mundiales.
La directora ejecutiva de la organización, Winnie Byanyima, que copresidirá este año la reunión en Davos, declaró en una entrevista con el periódico británico The Guardian: “queremos llevar un mensaje de los países más pobres del mundo al foro de los líderes económicos y políticos más importantes del mundo”. La directora advirtió además que “el aumento descontrolado de la desigualdad está lastrando la lucha contra la pobreza a nivel mundial”.
El estudio de Oxfam arroja que la riqueza acumulada por el 1% más rico de la población se ha incrementado, pasando de un 44% en 2009 a un 48% en 2014. Si se mantiene esta tendencia, para el año 2016 el 1% más rico va a poseer más del 50% de la riqueza mundial, concluye la fuente.
Aunque desde una óptica reformista y defensora de la lógica del funcionamiento capitalista la directora de esta ONG afirma que “el aumento de la desigualdad es algo peligroso y malo para el crecimiento y la gobernanza”, lo cierto es que estos datos no dejan duda de que la concentración de riqueza ha alcanzado niveles sin precedentes.
La misma organización, en su informe del año pasado, revelaba que las 85 personas más ricas del mundo poseían misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad. Al día de hoy, esta diferencia es más pronunciada, con solo 80 personas en posesión de la misma cantidad de riqueza que el 50%.
En la actualidad, una de cada nueve personas carece de alimentos suficientes para comer y más de mil millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares (1 euro) al día. En cambio hay mil millonarios con poderosos intereses en los sectores farmacéutico, financiero y de seguros que vieron cómo su fortuna aumentó un 11% el año pasado. Por otra parte, dichos sectores destinaron 550 millones de dólares para financiar a los lobbys y grupos de presión que influyen sobre las políticas que se deciden en Washington y Bruselas.
Los países europeos no escapan a esta realidad. En el marco de un panorama general de mayor desigualdad, el Estado español se encuentra mal posicionado, ya que según el informe de Oxfam, se trata del segundo país con más desigualdades de Europa, sólo por detrás de Letonia. A esto se suma el hecho de que es el país donde el sistema fiscal es menos efectivo en la reducción de la desigualdad, ya que el 1% más rico de la población concentra más riqueza que el 70% más pobre.
Por otra parte, un informe elaborado por la organización Equality Trust, que trabaja para reducir la desigualdad en el Reino Unido, halló que la riqueza de las 100 familias más ricas de Gran Bretaña, tomadas conjuntamente, aumentó en 15 mil millones de libras (unos 30 mil millones de dólares). A su vez los 100 británicos más ricos poseen la misma riqueza que el 30% de los hogares corrientes.
Tan alarmantes son estas cifras que han provocado que hasta el Papa Francisco y la directora del FMI, Christine Lagarde, las mencionaran. Se estima también que será un punto en la agenda del Discurso a la Unión del presidente Barack Obama.
Esta realidad exige medidas urgentes que no se tomarán en las cumbres donde participan presidentes y primeros ministros de Estados, jefes de las mayores organizaciones económicas y representantes de organizaciones no gubernamentales, a pesar de las buenas intenciones de estos últimos. Es indudable que son una muestra elocuente de la decadencia del sistema capitalista que resuelve las crisis con mayor desigualdad y penuria para las masas y el pueblo trabajador. |