Tal y como explican los compañeros de CGT-Étudiant et Lycéens de Valenciennes, las protestas del movimiento estudiantil se deben a un proyecto de ley que modifica las condiciones de acceso a la universidad.

“Antes de la reforma, si tu tenías el bac (la selectividad francesa), tenías una plaza asegurada en una facultad. Presentabas tu candidatura en el APB (Admisión Post-Bac) ordenando tus preferencias según la formación que más deseabas. Pero los presupuestos son insuficientes para acoger a todo el mundo.

Desde hace años y tras la reforma, sustituyes tus preferencias de formación por Parcoursup. La jerarquía ya no se basará en las preferencias de los estudiantes. Y cada facultad puede añadir sus propios prerrequisitos, por ejemplo, tener más de un 6 en todas las materias de bachillerato”.

Ante este ataque contra le educación pública y la igualdad de oportunidades, cargado de clasismo y que facilita el aumento de la influencia por parte de las empresas en la universidad y sus planes de estudio, hemos visto como los compañeros y compañeras franceses no se han quedado de brazos cruzados. Han salido a manifestarse en las calles y organizado asambleas en los centros educativos en las que también han participado profesores y personal no docente, porque la educación es cosa de todos.

Los estudiantes franceses han demostrado esta capacidad de movilización en numerosas ocasiones, como en mayo del ’68 o más recientemente en las protestas contra la reforma laboral de Macron. Nos deben servir de ejemplo en una lucha internacional por una educación pública, laica, gratuita y de calidad.

Desde el Sindicato de Estudiantes de Izquierdas queremos mostrar todo nuestro apoyo y solidaridad a los estudiantes, profesores y personal no docente en Francia ante este ataque a los derechos de los estudiantes.

¡El hijo del obrero, a la universidad!
¡Por una educación pública, laica, gratuita y de calidad!