Con la cuenta regresiva de un posible cierre de la administración, demócratas y republicanos cerraron un acuerdo que deja a los dreamers en riesgo de deportación. Pactaron un presupuesto por dos años fiscales con el fin de evitar un nuevo cierre del gobierno, como el que se dio el 20 de enero pasado.
Frente al pleno de la Cámara Alta, Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana, Chuck Schumer, el de la minoría demócrata, hicieron el anuncio del acuerdo. Se incluye una partida por 659 mil millones de dólares en gasto militar para 2018, un requisito de los republicanos con el que los demócratas estaban de acuerdo con el agregado de la aprobación de fondos para programas domésticos, que sumarán 131 mil millones de dólares.
El presupuesto votado contempla también una partida por 80 mil millones de dólares para financiar labores de reconstrucción en Texas, Florida y Puerto Rico, afectados por los huracanes en 2017.
Mientras tanto, los demócratas siguen pidiendo un compromiso de los republicanos para llevar a discusión y voto una solución legislativa para los 690 mil beneficiarios del programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA). El 5 de marzo vence el plazo para extender el DACA, pero Trump no tiene intenciones de prorrogar su vigencia.
Pero los senadores demócratas dejaron de lado la cuestión migratoria, una evidencia de que no defienden los derechos de los migrantes. Una coincidencia con el gobierno de Barack Obama, quien batió el récord de las deportaciones.
Chuck Schumer, demócrata, se congratuló “Esto es un éxito del bipartidismo”. Mientras que Mitch McConnell, republicano, destacó “Hemos trabajado duramente para lograr un pacto que beneficie al pueblo americano”.
Aparentemente se cerró un foco de crisis de la administración Trump, aunque la cuestión migratoria sigue sin resolución.
No obstante, hay fricciones entre los demócratas frente a la protección de los jóvenes migrantes. Nancy Pelosi, líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, ya anunció que no apoyaría ningún texto que no incluyera una salida ante el riesgo de deportación a los dreamers. Imposible no vincular su postura a un interés electoral. Y otro punto crítico es que hay legisladores republicanos que se oponen a un aumento del gasto público.
De todas maneras, según analistas, el riesgo para el acuerdo es menor, ya que sólo se necesita mayoría absoluta para que se apruebe la ley de presupuesto.
Así es que Paul Ryan, líder republicano del Congreso, dio apoyo público al acuerdo presupuestario e hizo la promesa de que se impulse una ley específica que atienda el caso de los dreamers.
Cuando finalizó el primer mes del año, Trump propuso al Congreso en enero una reforma que abriría el camino a la ciudadanía a 1,8 millones de personas que llegaron a Estados Unidos de niños, a cambio de 25.000 millones de dólares para construir el muro, reforzar la militarización de la frontera, y endurecer las leyes migratorias. Un acuerdo que los dreamers han rechazado por poner en riesgo a sus padres y familiares.
Que se multipliquen las voces en México, Centroamérica y Estados Unidos contra el muro, la militarización de la frontera y las leyes antimigrantes. |