El pasado viernes, tras el receso de verano, la Universidad Nacional de San Martín recibió a los alumnos con una situación desoladora: la gestión de Carlos Greco había tapado los murales realizados por militantes del PTS, PO, Nuevo Más y estudiantes independientes durante el 2017.
Uno de los murales tapados por la gestión, era en memoria de Carlos Fuentealba, defensor de la educación pública; el segundo, en memoria de los 30.000 compañeros desaparecidos, Julio López y Luciano Arruga; el tercero, exigía justicia por Santiago Maldonado realizado por los compañeros del Partido Obrero, y el último era un stencil hecho por el Nuevo Más invitando al Encuentro Nacional de la Mujer.
Hace no más de una semana, el rector se reunía con la vicepresidenta Gabriela Michetti en Casa Rosada, esta semana los murales aparecen tapados.
Estas acciones por parte de las autoridades de la UNSAM van de la mano, claramente, con la política del macrismo a nivel nacional: mientras Macri recibe a Chocobar en la casa Rosada y Bullrich anuncia que la nueva política del Gobierno es bancar el gatillo fácil; Greco tapa a Luciano Arruga de las paredes de la Universidad.
Asimismo vemos a Etchecolatz pasear por Mar del Plata; la gestión borra a Julio López y la memoria de los 30000 de los pasillos de la UNSAM.
Mientras Vidal incrimina a los docentes por defender sus derechos; Fuentealba es invisibilizado en una universidad pública. Tras seis meses de impunidad por la desaparición de Santiago Maldonado, su cara fue borrada de las paredes del campus. Y, siendo que hoy en Argentina muere una mujer cada 18 horas con un Gobierno que no hace nada para impedirlo, Greco borra leyendas feministas de los muros.
Este hecho, sumado a que la gestión sacó todos los materiales, revistas, banderas y elementos personales que la juventud del PTS tenía en los cajones de su mesa en el Edificio Tornavías, así como también de las mesas de las agrupaciones del Partido Obrero y el Nuevo Más es un claro atropello a la libertad y autonomía estudiantil dentro de una universidad pública.
Están callando la voz de los estudiantes que gritan memoria, verdad, justicia y atención sobre lo que sucede en el contexto actual. Si no es la Universidad el espacio para que el estudiantado exprese sus ideas y disconformidades, ¿dónde entonces?.
Teniendo en cuenta que desde las jornadas del 14 y 18 de diciembre a esta parte el gobierno nacional (junto a los medios hegemónicos de comunicación) viene atacando y persiguiendo a los partidos y agrupaciones de izquierda, consideramos que este ataque dentro del ámbito universitario no sólo intenta invisibilizar a la izquierda sino, también, a todos aquellos sectores que ya no están de acuerdo con las políticas que intenta instaurar el macrismo.
En la UNSAM hay estudiantes de muchas corrientes y, también, independientes que participaron de los murales y a ellos también les están coartando sus derechos de expresión.
Desde las jornadas de respuesta social que se dieron a partir de la reforma previsional (las marchas del 14 y 18 y los cacerolazos en todo el país del 18 por la noche) que el macrismo no para de caer en picada en cuanto a imagen y apoyo de amplios sectores de la sociedad.
Aun así, frente a las fuertes respuestas en contra de las medidas que nos intentan imponer, siguen avasallando nuestros derechos esperando pasar desapercibidos. Es por eso, que invitamos públicamente al rector Carlos Greco a dar explicaciones sobre lo ocurrido.
Que le explique a los familiares e hijos de desaparecidos, el motivo por el cual ni los 30.000 ni Julio López están ya presentes en la universidad; a la familia de Luciano Arruga por qué se lo borró de las paredes en pleno contexto de justificación del gatillo fácil por parte de las fuerzas del Estado. A los familiares de Santiago Maldonado, por qué su rostro ya no está presente exigiendo justicia. A todos los docentes precarizados, por qué Fuentealba ya no es recordado por su lucha y, a todas y todos los estudiantes de la UNSAM, por qué ya no se puede intervenir libremente en la Universidad pública. |