Desde la semana pasada que en Chiloé se anunció el cierre de parte de sus costas para la extracción de mariscos debido a la presencia de marea roja en la zona. Situación que tiende a agravarse con el pasar de los días, ante el pronóstico de las autoridades por el ascenso veloz del fenómeno.

Según la seremi de Salud de la región de Los Lagos, Eugenia Schnake, el hecho tuvo lugar debido al gran florecimiento algal que existe en la región de Aysen. Región que también se encuentra con preocupantes niveles de toxina paralizante, que ha producido varios casos de intoxicación, sin riesgo vital hasta el momento.
Los niveles del veneno paralizante han alcanzado los 200 y 300 microgramos, superando con creces el límite permitido de 80 microgramos.

Según la organización Defendamos Chiloé, desde 2016 hasta la fecha, los niveles de toxicidad han ido en aumento y según estudios del grupo de protección marina Ecoceanos, se sospecha que la culpabilidad de la contaminación recae en las salmoneras. Acusan además que las autoridades hacen oídos sordos a estas denuncias, haciéndolo pasar como un fenómeno natural, y no investigando el real origen de la contaminación.

Ante esta situación los más afectados son los pescadores, que representan, sólo en la comuna de Queilén, el 70% del trabajo local. Situación que ven con impotencia ante la nula respuesta del Gobierno.