(La Pluma de Fuego de Ivan Amsler)
Luego de implementadas las leyes de flexibilización laboral en los 90, los regímenes de contratación eventual se profundizaron año a año. Las agencias como Manpower, ADECCO S.A, Ranstand, por nombrar algunas de las más conocidas en la región, son las encargadas de proveer personal para grandes industrias metalúrgicas, metalmecánicas, alimenticias o de telecomunicaciones como call centers.
Las empresas tercerizan la contratación de personal, indicando qué tipo de vacantes se necesita, cuántos puestos hay que cubrir, y qué perfil “idóneo” tendría que tener para aplicar a un puesto. Por ley, el tipo de contratación eventual es para cubrir tareas de tipo más especificas durante un breve periodo de tiempo que van de 3 a un máximo de 6 meses. El fraude está en que este tipo de contratación se utiliza para todo tipo de trabajos comunes, incluidos lo que hacen los mismos trabajadores en planta. Además se extienden los plazos contractuales. El objetivo que persiguen es reducir los costos laborales para las grandes patronales.
Electrolux
Un ejemplo reciente se dio a fines de enero cuando 60 trabajadores contratados fueron despedidos de la fábrica de electrodomésticos Electrolux de la zona sur de Rosario. Este método, que se repite año a año en muchas fábricas metalúrgicas de la región, le permitió a la empresa desvincularse de una tanda de trabajadores que volverán a la misma incertidumbre e inestabilidad que tenían antes de entrar a esa fábrica: sin derechos sindicales, laborales ni indemnización. Por otro lado, y de manera contradictoria, aunque la patronal argumentó una baja en las ventas por el ingreso de importaciones, los ritmos de producción nunca cesaron de jornadas laborales extenuantes de 12 o hasta 14 horas al día. Días después se conoció una nueva tanda de 20 despidos más.
Antonio Donello, Secretario General de la UOM Rosario y ex candidato a Diputado del PJ junto a la jueza Rodenas, salió a apañar la postura de la fábrica y casi como si se tratara de un problema meramente conceptual declaró que en Electrolux “no hubo despidos masivos”, sino que hubo “cese de contrato”. Respecto a los veinte despidos que le siguieron a los contratados, Donello volvió a embarrarse por la empresa, mintiéndole a la prensa y a toda su base de metalúrgicos diciendo que se trataba de “retiros voluntarios”.
Por su parte, los trabajadores despedidos junto con sus familiares salieron en todos los medios regionales cuando organizaron ir a las puertas de Electrolux a volantear y a conversar con sus ex compañeros para desmentir las declaraciones de la UOM y de la patronal respecto a los retiros voluntarios, bajo una bandera que tenía como leyenda: “No son retiros, son despidos: ¡Queremos trabajar!”.
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Las agencias de trabajo
Un metalúrgico de la zona sur de Rosario explica con claridad cómo funcionan las agencias de trabajo: “Te hacen contratos eventuales, que sólo tienen fecha de inicio. Por lo general son para cubrir vacantes por vacaciones o por producción y nunca terminas pasando a planta permanente, a tener un trabajo efectivo. Una vez finalizado un contrato, que puede durar 4, 5 o 6 meses, la agencia te hace renunciar para después poder reubicarte en otro lugar. Eso nunca pasa porque te despiden de un trabajo, y estás meses esperando que te reincorporen. Es un circuito donde la gente va rotando de empresa en empresa.”
“En mi caso estuve 8 meses contratado. Te tienen todo el tiempo agarrado de que no tenes la mas mínima seguridad de que vas a quedar, y juegan con eso” relata otro joven metalúrgico, y agrega que “ los contratados somos los que garantizamos las horas extras, que haya producción los sábados o los días que la empresa quiera, porque tenés que hacer buena letra para quedar efectivo”. En referencia a las indemnizaciones explicó que no se cobran con el argumento de que son contratos que “se dan de baja”. “ La mayoría de las veces te hacen renunciar y cobras sólo la última liquidación”, sostuvo.
Otra de las consecuencias de la contratación por agencia es la fragmentación entre contratados y efectivos. Esta es una de las formas más naturalizadas para dividir a los trabajadores, que impide la organización y dificulta los lazos de solidaridad entre aquellos que gozan de mayores beneficios por estar en planta, y quienes estan desprovistos de todo derechos por ser eventuales o contratados.
Un trabajador contratado grafica: “La agencia, la patronal y el sindicato son los que ponen la diferencia entre efectivos y contratados, aunque ahí adentro todos somos iguales, todos sabemos que somos números. Nosotros siempre cobramos un día después que los efectivos y ante cualquier irregularidad que haya no lo podemos hablar con RR.HH de la fábrica, tenemos que ir hasta la agencia. Cuando te echan el sindicato te dice que por los contratados no pueden hacer nada, y los delegados se lavan las manos”.
El problema de la precarización laboral es una discusión que está a la orden del día, en tanto que el gobierno nacional tiene en agenda una ley de reforma que busca abaratar aun más los costos laborales y de paso profundizar las divisiones internas dentro de los lugares de trabajo, foco de mayor resistencia frente a los despidos.
Las empresas buscan pasar a “retiro voluntario” a los obreros con cierta antigüedad para volver a emplear de manera más barata con una legislación que le sea más favorable que la actual, y por otro lado, abastecerse de trabajadores rotativos que le garantizan las agencias de trabajo. Pareciera ser que de los testimonios se desprende las soluciones para terminar con estas formas modernas de explotación. De la fragmentación que imponen las agencias, la respuesta es la unidad entre efectivos y contratados. Y ante la ausencia del sindicato, el desarrollo de esta unidad se vuelve fundamental para la pelea por los puestos de trabajo. |