La mañana del 14 de febrero trascendió que fue detenido de manera arbitraria por el Sebin el ingeniero Elio Palacios, quien funge como Secretario General del Sindicato Bolivariano de Corpoelec, en el Estado Carabobo.
Hasta avanzada la tarde, los familiares alegaban que desconocían las razones por las cuales se encuentra detenido. Sin embargo, es sabido que Palacios venía denunciando el estado crítico en que se encuentra la industria eléctrica, así como la situación precaria de sus trabajadores. Como señalan sus propios compañeros, el dirigente venía siendo una voz crítica sobre que “Corpoelec está a punto de un colapso técnico por falta de mantenimiento preventivo a sus equipos y por la corrupción, así mismo ha denunciado persecución por parte del gobierno nacional contra los trabajadores de la industria eléctrica nacional”.
Es que ya en el estado Carabobo la crisis que atraviesa la industria eléctrica es un secreto a voces, siendo que el pasado domingo 11 de febrero hubo suspensiones del servicio en los diferentes sectores de Valencia y Naguanagua, donde trabaja el dirigente sindical. Una realidad que se extiende a nivel nacional. Anoche mismo hubo en varias zonas de la capital del país un nuevo que afectó el funcionamiento durante el día de hoy del Metro de Caracas, la plataforma del Banco de Venezuela, entre otras cosas.
Fuentes cercanas al dirigente advierten que esta detención puede tratarse de un “falso positivo” que al Gobierno le interesa instalar con el objetivo de vincular a los propios trabajadores que denuncian y protestan con un supuesto “sabotaje” a la industria. Para tapar la realidad del deplorable estado del sistema eléctrico en el país y la nefasta gestión que lleva a cuestas. Cuando al contrario, son los trabajadores los que precisamente vienen advirtiendo desde hace bastante tiempo los problemas y riesgos del sistema eléctrico, tal cual como también son los trabajadores del Metro de Caracas los que vienen haciendo pública la verdad del servicio y los riesgos que se corren, y han sido los trabajadores de las empresas públicas –como Lácteos Los Andes–, los que señalan cómo éstas son llevadas a la deriva por las gerencias de las mismas. Los trabajadores dicen la verdad sobre los servicios y empresas públicas, y el gobierno los persigue.
Lo cierto es que esta detención no se trata de un hecho aislado, sino una muestra más de las arbitrariedades de las fuerzas policiales reprimiendo a los trabajadores que denuncian sus condiciones de trabajo y luchan contra la depauperación y la miseria que gobierno y empresarios descargan sobre sus hombros.
Sólo en los últimos días el gobierno ha dado muestra de esto en el caso de los trabajadores de Lácteos Los Andes, a quienes mantuvo una semana presos, las persecuciones y hostigamientos a trabajadores del Metro de Caracas, y las amenazas realizadas contra los trabajadores de la Salud.
Frente a estos ataques que el Estado viene realizando contra los trabajadores que luchan, es necesario desplegar la más amplia red de solidaridad con todos los trabajadores detenidos, judicializados o perseguidos por luchar, y en defensa del legítimo derecho a la organización y manifestación que es lo que esta política intenta cercenar.
¡Exigimos la libertad inmediata y sin cargos de Elio Palacios!
¡Libertad plena para Eixo Urriola y Carlos Mora, de Lácteos Los Andes!
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