En las últimas asambleas realizadas entre despedidos y delegados de ATE Quilmes se planteó la no confianza hacia el gobierno y se exigió que el compromiso de negociación sea por escrito, cuestión a la que el gobierno se negó.
El gobierno no cumple, se niega a reincorporar a los despedidos, entre los que se encuentran compañeros con discapacidad que no pueden cubrir el costo de sus medicamentos, como así también a delegados gremiales. Un claro caso de despidos discriminatorios.
En las últimas asambleas se ha decidido realizar una permanencia y acampe en la plaza principal del centro de la ciudad, para trazar lazos con la comunidad y hacer notar la problemática de los despidos en la ciudad de Quilmes, donde el gobierno de Martiniano Molina deja familias en la calle mientras hace entrar en la administración pública a amigos y familiares con sueldos mayores de $ 20.000, cuando el salario (de pobreza) de un municipal ronda en los $ 8.000.
Esta carpa de la resistencia ante los despidos tomo notoriedad por ser ya el séptimo día de permanencia y por la solidaridad que despierta en la comunidad de estudiantes, docentes y vecinos de la ciudad. Cada día pasan trabajadores a colaborar con comida y mensajes de apoyo. También se solidarizó el actor Rodrigo De la Serna, quién luego de una grabación suspendida en la casa de la cultura de Quilmes, acompaño la medida y planteo la solidaridad hacia los trabajadores despedidos.
Ante la falta de respuestas del Ejecutivo municipal por la firma de los decretos para el alta de los trabajadores, el padre del intendente, Jorge Molina, que es parte del gobierno provincial, se acercó al acampe planteando: “Veo que es gente laburadora, sino no se quedarían tanto tiempo acá". Comentario cínico, ya que los trabajadores sabemos que él es responsable de la decisión de las bajas en la administración pública, porque es parte del gobierno municipal y nacional.
Venimos denunciando los aprietes y patoteadas que vienen recibiendo los trabajadores que se plantan en sus lugares de trabajo, y hacemos responsable al gobierno municipal por la seguridad e integridad física de los trabajadores.
Una estrategia para ganar, por mayor coordinación y medidas masivas para derrotar al gobierno, es la perspectiva que venimos planteando desde La Marrón Clasista, tomando el ejemplo de los trabajadores del Posadas.
Por eso sostenemos que hay que realizar una movilización que una a los municipales despedidos, los docentes que están luchando contra el ajuste y los estudiantes que acompañan las medidas de los trabajadores, invitando a los sindicatos estatales e industriales a que acompañen la demanda por la reincorporación.
Hay una historia de movilizaciones masivas en Quilmes, como fue la marcha por la educación pública contra la privatización que sufrieron los estudiantes de arte, que hace unos años movilizaron cerca de 4.000 personas de toda la ciudad.
Desde La Marrón Clasista de ATE seguimos planteando la necesidad de una comisión de despedidos que pueda ser parte de las negociaciones por las reincorporaciones y no solo la comisión administrativa del Sindicato, ya que son los despedidos los que están pasando la situación desesperante de quedarse sin trabajo.
Tenemos que apostar a la mayor coordinación con todos los sectores que están peleando como se vio en el encuentro de trabajadores que se realizó el pasado 17 de febrero, donde se voto una columna independiente para la movilización del 21 y una jornada de lucha que articule todas los conflictos para golpear con un solo puño el día 28 de febrero.
La unidad de los trabajadores decididos en acciones visibles y masivas puede doblegar el brazo de Martiniano Molina. |