Jugando la mayor parte del encuentro otra vez con uno menos, el Rojo estuvo a muy poco de conquistar una nueva copa pero en el último penal falló Martín Benítez. Gremio suma un título internacional.
Casi como un calco del partido de ida en Avellaneda, Independiente volvió a quedar en inferioridad numérica y cambiaron los planes de Holan. La semana pasada había sido Gigliotti, anoche vio la roja Amorebieta (bien expulsado por una plancha descalificadora). Independiente aguantó hasta el último suspiro pero no le alcanzó para cosechar su 18° título. Finalmente fue Gremio de Porto Alegre el que se quedó con la Recopa Sudamericana (que enfrenta a los campeones de las copas Libertadores y Sudamericana).
En el global, Independiente sumó 140 minutos con un jugador menos sobre un total de 210 disputados. Mucha diferencia. Pero si en Avellaneda la expulsión de Gigliotti –discutible porque el delantero propinó un codazo más por brusquedad que por intención- se compensó con actitud, la ausencia de Amorebieta desequilibró todavía más el esquema en Porto Alegre. Holan tuvo que sacrificar a Leandro Fernández para hacer entrar a Figal y mantener el orden defensivo; de esa manera perdió peso y casi que se tuvo que limitar a resistir. Si el Rojo no cayó fue por una combinación de la brillante actuación de Martín Campaña (se atajó todo), algo de suerte (bombazo en el travesaño), y liviandad ofensiva de Gremio.
El equipo dirigido por Renato “Gaúcho” Portaluppi, que finalmente se coronó campeón de esta Recopa, es una sombra de aquel campeón de la Libertadores de hace unos meses. Aburrido, anodino, parsimonioso. Ni en Avellaneda ni en su propio estadio Arena supo doblegar a un Independiente diezmado, pese a superarlo en cuanto a tenencia de pelota y por momentos futbolísticamente.
El Rojo se quedó sin nada en la última instancia, en el tiro del final. Después de que Gremio pasó 210 minutos sin lograr imponerse. El último penal de la serie de 5 lo ejecutó Martín Benítez al medio del arco y a media altura, ideal para que se luzca el arquero Grohe. Fue el único momento de gloria –para el equipo local- en un partido de conjunto bastante regular bordeando lo mediocre.
Independiente dejó para otra oportunidad la posibilidad de igualar en cantidad de títulos internacionales a Boca Juniors (club al que se le reconocen oficialmente 18, mientras los de Avellaneda detentan 17). Tal vez en condiciones más propicias pueda alcanzarlo.