Cuando falta menos de una semana para que quede inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación, ya se empiezan a calentar los motores de la rosca parlamentaria.
Una de las primeras cuestiones en la agenda de las cámaras legislativas tiene que ver con el megaDNU que el gobierno nacional publicó a inicios de 2018. En el mismo, con un articulado que se acercaba al número de 200, estableció decenas de modificaciones en distintas normas.
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El decreto fue ampliamente cuestionado por toda la oposición y rápidamente corrió la versión de que una votación conjunta de los bloques opositores podría hacerlo caer.
Este miércoles 21, el mismo día que una multitud se congregó en la avenida 9 de Julio, el oficialismo hizo ingresar tres proyectos de ley. Su objetivo es, precisamente, impedir que el megaDNU sea rechazado en sesión parlamentaria.
Esta maniobra ya había sido anunciada por el senador Luis Naidenoff el pasado 6 de febrero. Ese día, el legislador oficialista que quedó a cargo de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, hizo pública esta política destinada a negociar con la oposición más moderada.
Ese mismo día quedó en evidencia que el peronismo federal respondía positivamente al llamado. Pablo Kosiner, jefe del Bloque Justicialista, dio su conformidad a la negociación de los tres proyectos. Una vez más el peronismo o parte de él buscan salvar al gobierno de la derrota política que significaría la votación en contra del decreto.
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Figurita repetida
Los tres proyectos presentados llevan por título la misma idea conceptual del MegaDNU: se trata de una “ley de simplificación y desburocratización”.
Por el orden de ingreso de las mismas, la primera corresponde al “desarrollo de la infraestructura”, la segunda propone el mismo objetivo para “la administración pública nacional” y, finalmente, la tercera se propone esa misma tarea en aras del “desarrollo productivo de la nación”.
La ampulosidad de los títulos no implica modificar en nada los contenidos de una normativa destinada a hacer pasar aquello que no resultaría fácil realizar por medio de la negociación parlamentaria. Así lo había admitido públicamente el diputado Pablo Tonelli (PRO).
Por citar un solo ejemplo, el artículo 15 de segunda de las normas antes citada, copia literalmente la definición que incluía el megaDNU. Allí puede leerse “Autorizase a la ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL, en su carácter de Administrador del FONDO DE GARANTÍA DE SUSTENTABILIDAD DEL SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO, a constituir y/o estructurar fideicomisos, financieros o no, alquilar o prestar títulos y acciones y, en general, a realizar toda otra operación propia de los mercados financieros y bursátiles permitidas por las autoridades regulatorias”.
El oficialismo buscará apurar la discusión sobre estos proyectos. Una forma de salir de una cuestión que le resulta espinosa. Una vez más, todo parece indicar que el peronismo irá en su ayuda para que lo logre. |