A casi tres años de la muerte de Andrés Expósito, empleado de la empresa LAIA S.A que se encontraba asignado a la tarea de toma de muestras de afluentes gaseosos de las 40 chimeneas de la planta de producción de PepsiCo; el entonces gerente de la fábrica Alejandro Lute y los cuatro encargados de la seguridad en el trabajo declararán ante el fiscal Pablo Cistoldi, quien los imputó por “homicidio culposo”.
En un informe publicado por el Diario La Capital se informa que si bien la muerte del trabajador, en un primer momento había sido enmarcado baja la calificación legal de “averiguaciones de causal de muerte”, luego de una pormenorizada investigación -que incluyó el informe de autopsia, pericial, listado de llamados al 911, pericias fotográficas, un informe de Pepsico, declaraciones testimoniales y documentales- desde la Fiscalía de Delitos Culposos entendieron que la muerte del trabajador se debió a una “conjunción de diversos factores de riesgo indebido”.
Esos “factores de riesgo indebido” para los investigadores fueron: una deficiente capacitación para la tarea, existencia de machimbre de PVC no distinguible de la losa del entretecho del lugar, ausencia de señalización adecuada de la zona, omisión de brindar elementos de seguridad acordes con la tarea en altura, falta de planificación de la tarea, no acompañamiento al lugar e incumplimiento de procedimientos internos que provocaron que la víctima pisara inadvertidamente una de las placas plásticas y se precipitara al piso, caída que le produjo la muerte.
Además de las imputaciones por “homicidio culposo”, el entonces gerente de la fábrica de Pepsico también está imputado, de manera subsidiaria, por “encubrimiento”, ya que para la fiscalía fue él quien habría demorado deliberadamente por más de dos horas el aviso a la policía del hecho -Expósito murió poco después de las 11.30 y el llamado al 911 se produjo a las 14.06-. De esta manera, el ex gerente de la planta “posibilitó la alteración del lugar del hecho e impidió la inmediata intervención de Policía Científica, obstaculizando también toda comunicación con la firma empleadora de la víctima, con su compañero de trabajo y su familia”.
Además, Lute está acusado de haber entregado un informe de lo sucedido con información falsa. Para la fiscalía, esto tuvo “la inequívoca intención de liberar de responsabilidad penal a los restantes imputados”. En ese informe, aseguró que la víctima no había utilizado los elementos de protección adecuados, cuando en realidad el lugar no estaba acondicionado para un amarre seguro.
Nuestras vidas valen más que sus ganancias
El 15 de mayo de 2015, aún habiendo ocurrido la muerte de Andrés Expósito en la zona de producción, PEPSICO continuó con “tareas normales” y sin informar al personal. Al finalizar el turno tarde, los trabajadores recién enterados de la dolorosa situación, llevaron adelante una asamblea y la empresa terminó declarando el asueto.
El desprecio por la vida de los trabajadores es una situación que se repite. Muchos son llevados a jornadas laborales extenuantes, turnos rotativos y horas extras los fines de semana para poder llegar a fin de mes; como si los trabajadores no tuvieran “vida”, familia, etc.
Ante los 41 hundimientos ocurridos desde el año 2000 y que terminaron con la vida de 86 trabajadores, los familiares de tripulantes del buque “El Repunte”, lanzaron la consigna #NingúnHundimientoMas. Como ellos han denunciado no se puede naturalizar la muerte de trabajadores a manos de empresarios inescrupulosos y en complicidad necesaria con el estado. |