Durante su segunda campaña por la presidencia del país, el proyecto de ley del Matrimonio Igualitario fue una promesa de alto perfil para la comunidad LGBT, consistía en modificar el actual artículo Nº 102 del Código Civil que permitía la unión civil “entre dos personas” y no entre un hombre y una mujer como sucede hoy en día. Por otro lado, también consideraba el hecho de que una pareja del mismo sexo pudiese adoptar a un niño o una niña sin modificar la actual Ley de Adopciones.

"Lo hacemos para garantizar un acto de justicia esencial: que quienes desean compartir su vida puedan hacerlo del modo en que ellos o ellas decidan, con plena libertad, orgullo y alegría" declaraba en su momento la mandataria.

Lo que se esperaba de parte del actual gobierno era que la Comisión de Constitución del Senado votara la idea de legislar antes del 11 de marzo, fecha del cambio de mando, así no se podría retirar el proyecto, independientemente del gobierno de turno. El presidente de la Comisión de Constitución del Senado, Felipe Harboe, se refirió al tema en su momento declarando "Este no es un proyecto fácil, desde el punto de vista valórico es un proyecto controvertido, evidentemente la derecha conservadora no va a querer este proyecto, no quiere que haya matrimonio igualitario".

Sin embargo, debido a la falta de voluntad política de Bachelet, que no puso urgencia y además envió tarde el proyecto, como comentó el mismo Harboe en una entrevista. “El proyecto seguirá su tramitación normal en la siguiente legislatura. Lamentablemente, la recarga laboral de la Comisión de Constitución impidió avanzar más rápido en ese proyecto, pero el gobierno se demoró mucho en enviarlo a tramitación”

Éste proyecto de ley quedará en manos de Sebastián Piñera, quien durante su campaña se manifestó en contra del Matrimonio Igualitario “Creo en la igual dignidad de todos los seres humanos y no discrimino ni por creencia religiosa ni orientación sexual (...) pero sí creo que el matrimonio es entre un hombre y una mujer” señalaba el ex candidato presidencial. Con respecto a la adopción homoparental el empresario de derecha manifestó: “Lo mejor para el niño es que la familia que lo adopte tenga la figura de un padre y de una madre, ahora, no siempre se encuentra esa familia”.

El vocero subrogante, Omar Jara, declaró en 2017 que el compromiso del gobierno de Bachelet era ingresar al trámite legislativo el proyecto de ley, por lo tanto habían cumplido con su promesa. Estas declaraciones son una burla para un grupo de la población que esperaba que Bachelet cumpliera con su promesa de legalizar el Matrimonio Igualitario que, por lo demás, fue una de las más mediatizadas y la más comentada en debates y entrevistas.

Este hecho demuestra la discriminación que sufre la comunidad LGBT con sus derechos humanos de parte de la Nueva Mayoría, la sociedad, las leyes civiles y en el futuro próximo del gobierno de empresarios de derecha que sólo les importa enriquecerse. La familia tradicional sin derechos reproductivos y maternales es la forma más económica de reproducir la mano de obra presente y futura, gracias al trabajo no remunerado que asumen las mujeres al interior de la familia.