Los trabajadores que componen el sector de servicios y el retail son en su mayoría mujeres de distinto rango etario dividiéndose entre las más jóvenes que suelen ser estudiantes o simplemente madres, quienes optan por los trabajos de medio tiempo ya sea en en el retail o en servicios, y el sector de mujeres mayores a los 50 años que desempeñan un trabajo en el área de alimentación y aseo que incluso algunas están ya jubiladas, pero a causa de sus bajas pensiones se ven obligadas a seguir manteniendo un trabajo.
Los bajos salarios son un tema que golpea este sector, salarios que bordean el sueldo mínimo pero que con “bonos” ya sean de puntualidad, productividad, comisiones por venta, etc. logramos que nuestros insuficientes sueldos aumenten un porcentaje, pero nada es seguro ya que si fallamos un día por cualquier motivo o no logramos las metas impuestas por las tiendas, nuestro sueldos pueden llegar a bajar hasta 100 mil pesos o más, arrojándonos a una inestabilidad económica que no es menor, ya que muchas somos quienes levantamos nuestros hogares.
La doble jornada laboral y los turnos extenuantes de 9, 10 o incluso 12 horas no nos permiten compatibilizar nuestras vidas con el trabajo, las tareas domésticas se hacen mucho más agotadoras, por ello muchas veces nos vemos obligadas a optar por trabajos de medio tiempo, para que podamos hacernos cargo de las tareas domesticas y la crianza de los hijos.
Esto se debe totalmente a que los empresarios no quieren hacerse cargo de nuestras necesidades como mujeres y madres jefas de hogar, el no darnos acceso a derechos maternales, permisos en caso de enfermedad de un hijo sin rebaja de sueldo y los bajos salarios por trabajar una cantidad menor de horas son los que nos terminan arrojando a la miseria y la pobreza.
Es por ello que los turnos de media jornada se convierten en una falsa una solución, ya que sin darnos cuenta son los que precarizan aún más nuestras vidas, pagándonos mucho menos, sometiéndonos a contratos más flexibles como los honorarios, la subcontratación, los plazos fijos, trabajos inestables que cambian continuamente, donde no tenemos certeza si el próximo mes seguiremos trabajando o si nuestros sueldos serán igual al del mes anterior.
Este 8 de marzo, el día internacional de la mujer trabajadora, debemos salir con más fuerza a las calles, levantando una fuerte organización en nuestros lugares de trabajo que agrupe todo el sector de servicios en conjunto con los demás sectores de trabajadores y trabajadoras, como lo que está haciendo la campaña “Por el derecho a un trabajo estable” que se está levantando en Antofagasta y a nivel nacional contra los despidos y contratos a plazo fijo, por que queremos salarios dignos, que disminuyan las extensas jornadas laborales para poder compatibilizar la maternidad con el trabajo, disfrutar del ocio, el arte y la cultura, porque queremos tener derecho a un trabajo estable, yo marcho y paro este 8 de marzo.
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