Las operaciones de inteligencia para intentar dirigir la investigación sobre el suicidio de Alberto Nisman se han puesto en puesto en marcha. La periodista Mary Anastasia O’Grady, columnista del diario norteamericano The Wall Street Journal, lanzó como hipótesis: que la muerte de Nisman fue obra de los iraníes. La diputada del PRO, Patricia Bullrich Luro Pueyrredon, ha declarado que un agente de la SIDE entregó información personal de Nisman a los iraníes acusados.
"Si Nisman fue asesinado, se usó un nivel de sofisticación que no es normalmente asociado con la Argentina, pero que no sería fuera de lo común para Irán", señaló sin empacho la columnista. Para sostener a continuación que "Teherán posee más de 40 años de experiencia quitando del camino a individuos entrometidos en el extranjero". El articulo muestra un interés particular por crear conflicto en las recompuestas relaciones entre Irán y EE. UU. O’Grady sostiene que el Gobierno de Hasan Rohani "está tratando de aplacar una desconfianza global mientras embauca al presidente Barack Obama sobre su programa de armas nucleares". El artículo concluye señalando que "la búsqueda de la verdad puede haber puesto un blanco en la espalda de Nisman".
Citada a declarar por la fiscal Viviana Fein, la diputada Patricia Bullrich Luro Pueyrredon aseguró que en sus conversaciones con Alberto Nisman él les había planteado su preocupación por su seguridad: "Nos contó que había estado amenazado. Lo que más lo había compungido era una de las escuchas que decía que un agente secreto le había pasado información sobre él y su familia a uno de los imputados en la causa AMIA. Eso fue una flecha en el corazón porque él no podía creer que un fiscal argentino fuera traicionado así". El nombre del agente se lo habría reservado el fallecido fiscal para declararlo en el marco del Congreso.
Ya sabemos que las supuestas pruebas contra Irán y Hezbollah, a los que Nisman acusa de los atentados a la AMIA, fueron fabricadas por las usinas de inteligencia del imperialismo y del Estado de Israel, la CIA y el Mossad, respectivamente, con el claro objetivo de poner a Irán en la mira de la llamada “guerra antiterrorista”. El hilo argumental del diario norteamericano es que solo Irán tenía interés en encubrir lo sucedido, ya que es el (supuesto) responsable del atentado a la mutual israelí. La declaración de la ex funcionaria menemista, ex ministra aliancista, ex dirigente de UNEN y actual diputada del PRO daría una supuesta pista sobre el interés iraní en terminar con la vida del fiscal, en el sentido de lo que dice el artículo del WSJ. Cabe preguntarse si los lobbystas argentinos del imperialismo (que no escandalizan tanto a los medios opositores) no están plantando nuevamente la idea de que los iraníes están detrás del suicido del fiscal Nisman. Es una manera de restituirle credibilidad a la inconsistente denuncia de Nisman sobre encubrimiento.
El kirchnerismo, por su lado, que hizo política de Estado de las acusaciones del fiscal contra Irán por la AMIA, hoy tiene que enfrentar la ingratitud norteamericana que alimenta lobbys en su contra. |