“Cuanto más amplio es el espectro de la unidad mejores van a ser las respuestas para la gente que está esperando esa unidad y la pide en cada marcha, en la calle, en las redes sociales”. La voz de Adriana Varela sonaba desde un palco, en las alturas del ND teatro de Paraguay al 900. Le había tocado la tarea de abrir el acto convocado al cumplirse 45 años del triunfo de la fórmula compuesta por Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima, el 11 marzo de 1973. Al evento asistieron representantes de distintos sectores del peronismo. La clave fue la foto que dejó: Hugo Moyano muy cerca de personeros del kirchnerismo.
Entre los asistentes estuvieron Agustín Rossi, Alberto Fernández, Daniel Filmus, Cristina Álvarez Rodríguez, Fernando "Chino" Navarro, Gustavo Menéndez y el camporista Mariano Recalde, entre otros. Junto a Moyano se vio también al sindicalista Omar Plaini (canillitas).
Tras la lectura del breve documento la jornada consistió en la proyección de fragmentos de la película del cineasta Leonardo Favio, “Perón, Sinfonía de un sentimiento”. Aplausos encendidos se disparaban ante algunas escenas, en las que se veía al General y a Evita. También, ante la aparición en la pantalla de personajes como José Ignacio Rucci. Abucheos y algunos silbidos se escucharon al mencionar a dictadores y genocidas. Aclamaciones y aplausos nuevamente, tras fragmentos de discursos de Eva que referían a la conquista de derechos por parte de las mujeres.
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“Perón nos une” fue el slogan de la jornada que podía leerse en las gorritas con visera verde que se repartieron gratuitamente en la puerta, en las credenciales de los organizadores y el personal de seguridad, así como en el flyer que se proyectó en la pantalla gigante.
La proyección de la película fue el contenido principal del evento, en el que no hubo ningún orador. Solo se escuchó la lectura del documento inicial. “Hoy nos convocan Perón y Leonardo Favio. La mayoría de nosotros y nosotras somos peronistas, tengamos presente la historia frentista de nuestro movimiento y tengamos la certeza de que si seguimos andando en el camino de la unidad, el peronismo vuelve a enamorar y hay 2019”, cerró Varela.
Vaya si será fuerte la “tradición frentista” y amplio el espectro de unidad, que contiene a aquellos que durante los últimos años se mantuvieron en campos opuestos de la grieta, como Moyano y el kichnerismo. Luego de haber acompañado al modelo nac & pop durante mucho tiempo, Moyano se distanció a partir de 2012 y ahora impulsa una oportuna reconciliación.
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Que la mística pegotee lo que hasta ayer se mantuvo en disputa, tal pareció ser la intención del acto del lunes. Fue como si quienes necesitaran enamorarse entre sí, fueran los representantes de distintas alas del peronismo allí presentes. Muchos deberán abandonar el mote de “traidor” con el que tanto señalaron al camionero en los últimos años. Es que ahora, frente a Cambiemos en el poder, todos sienten la necesidad de volver a Perón, su legado y mensaje de unidad.
Otros límites
Luego de la muerte de Néstor Kirchner en 2010, cambió la relación del líder camionero, (entonces titular de la CGT) y el kirchnerismo. El extinto presidente no tuvo que afrontar ningún paro general. Cristina en cambio, a lo largo de su gestión se enfrentó a cinco paros generales encabezados por Moyano con una demanda central: la rebaja del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. El primero de ellos ocurrió el 20 de noviembre de 2012, cuando se cumplía un año de la reelección de Cristina con el 54%, impulsado por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo.
La medida de fuerza fue un punto de inflexión en la relación entre los sindicatos y el kirchnerismo. Cristina había pasado un primer mandato (2007-2011) sin paros nacionales. Recientemente Schmid recordaba esta pelea para explicar por qué no se alinearía con sectores vinculados al kirchnerismo, como Hugo Yasky. “Nos trató de aristócratas”, sentenció el triunviro de la CGT en alusión a la acusación que esgrimía la ex presidenta. Según ella, el reclamo contra el impuesto a las ganancias representaba a un sector minoritario de la clase obrera, el que más ganaba y que se rehusaba a contribuir con un impuesto a su salario para las políticas destinadas a beneficiar a los menos pudientes.
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Moyano ya no tiene tales prejuicios y en el medio de una avanzada judicial por causas de corrupción en su contra, no tuvo ningún drama en subir a un escenario y llenar la 9 de julio con sectores ligados al kirchnerismo. El acto de ayer, con la excusa de la efeméride, fue un evento pensado para la foto que da cuenta de este acercamiento, ya no en la calle como el 21F, sino con la mira puesta en 2019.
Agustín Rossi, diputado y jefe de la bancada del FPV-PJ en la cámara baja, fue una de las figuras más requeridas por la prensa en las puertas del teatro. “Si nosotros somos capaces de crear una alternativa para el 65 por ciento de los argentinos que hoy son críticos del modelo económico y político del presidente Macri, vamos a tener serias posibilidades de ganar en el 2019”, afirmó. Ante las preguntas sobre quién sería el candidato o candidata que encabece los próximos comicios, aseguró que “unidad no es lista única” y que probablemente la mejor opción sea que el peronismo vaya a las PASO para definir sus candidaturas.
“Yo me siento mucho más cómodo hablando de unidad de la oposición, no de unidad del peronismo. Creo que el frente opositor tiene que ser amplio. El único límite es Macri: desde el Frente Renovador de Massa hasta el FIT, me parece que tenemos que buscar todos la posibilidad de acuerdos o de consensos”, aseguró el diputado.
La unidad que anhela Rossi es imposible. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores desde su génesis, se ha mantenido en una posición consecuente y dentro de límites más claros: la independencia de clase, en defensa de la lucha de los trabajadores tanto en la calle como en el Parlamento. El peronismo en cambio, ha sido una pata importante de la gobernabilidad que Cambiemos supo conseguir a través de su rol en el Congreso. Qué decir de los gobernadores que aplican el ajuste sin empacho, como la propia Alicia Kirchner en Santa Cruz o los peronistas que abrazan la doctrina Chocobar, como Manzur en Tucumán. Este año el FIT insiste en la necesidad de una marcha independiente el 24 de marzo, ante la intención de otros sectores de marchar con el kirchnerismo. Tal independencia no niega en cambio, el acuerdo en determinados puntos y la acción común, como se expresó en la pelea por la libertad a Milagro Sala.
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Hugo, el profeta
A la salida del teatro, Hugo Moyano dialogó con la prensa. “Creo que nos emocionamos todos. Esto significa que los que estuvimos aquí más los que no están, si queremos seguir siendo leales a Perón, tenemos que trabajar por la unidad del peronismo. Ése es el compromiso que nos trajo esta película en este momento”, aseguró.
Las exhortaciones a la unidad sin embargo, no parecen darle resultados a Moyano en el plano sindical. Desde el anuncio de la movilización del 21 F, el camionero sufre el abandono de algunos líderes que le fueran aliados. El domingo, un día antes del acto, circuló un comunicado de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT), encabezada por el kirchnerista bancario, Sergio Palazzo. Allí, en honor también a la unidad, se expresa la voluntad de dar la pelea dentro de la CGT. El proyecto sobre el que Moyano ha hablado, que intentaría recrear un agrupamiento como el MTA de los 90, no contaría con el apoyo de la CFT.
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Moyano fue el intérprete ante los medios del “mensaje de Perón”. “Hay muchos sectores que están sufriendo, los jubilados, los desocupados, los que ganan bajos salarios. Por eso el mejor homenaje que tenemos que hacer a Perón es entender el mensaje que nos dejó como herencia que es luchar, trabajar, unirnos para que el pueblo sea feliz”.
Es probable que Moyano haya estado pensando en estas cuestiones mientras dejó pasar dos años de ajuste macrista y de sufrimiento del pueblo callado la boca. Justo ahora se le aclaran un poco las ideas a Moyano y se da cuenta de que tiene que trabajar para la felicidad de la clase trabajadora y los sectores populares. Justo, luego de que empezaran a asediarlo las causas judiciales. Justo, en un año en que se instala nuevamente la rosca por el armado electoral. Justo ahora que el peronismo en todas sus variantes, huele el descontento y la debilidad de Cambiemos que intentará capitalizar, no a través de la lucha en las calles para derrotar en serio los planes de ajuste, sino llevando agua para su molino en la contienda electoral. |