Marcela Campagnoli, miembro de la Coalición Cívica-ARI, fue secretaria de Educación de Pilar y actualmente funge como diputada nacional por Cambiemos. A menos de una semana de la gran movilización por los derechos de las mujeres, donde el reclamo por la interrupción voluntaria del embarazo se escuchó fuerte, Campagnoli cobró notoriedad por su postura antiabortista.
“Las mujeres fuimos diseñadas para dar vida” definió la legisladora, quien propuso instaurar “adopciones prenatales”. ¿Cómo? Sacando al feto del vientre en la vigésima semana de gestación y que le “dé vida una incubadora”.
El inverosímil diálogo ocurrió durante una entrevista ante FM 99.9 de Mar del Plata. Allí sentenció que “la muerte nunca es una solución”, pasando por alto que las mujeres pobres mueren por un derecho elemental que les es negado.
Campagnoli, quien llegó al Congreso de la mano de Elisa Carrió, alega que su propuesta es “científica” y apela a la “conciliación de derechos”. En este sentido, refirió a supuestos “intereses en conflicto” entre la persona gestante y el embrión. Nos recuerda a los falaces –y ridículos- argumentos de Esteban Bullrich, quien recientemente aseguró que “un embrión es un argentino con derechos”. Pese que es abogada, Campagnoli parece no conocer la ley ni la ciencia. De hecho, antes de la semana 22 no hay un desarrollo del sistema nervioso y recién luego del parto –normalmente hacia la semana 40-, cuando el feto logra vivir de manera independiente al útero, es considerado legamente una persona y, por tanto, portador de derechos.
Yendo aún más lejos, la diputada también buscó justificaciones “históricas”... refiriendo a las mujeres obligadas a la esclavitud. Una analogía brutal. “Para hacerte cortita la historia, te digo que en la Asamblea del año XIII, cuando dimos libertad de vientre, la madre seguía siendo esclava, pero el que nacía era libre”, resumió.
“Estamos claramente ante un asesinato del niño o niña por nacer, porque esa persona nunca va a existir si no nace”, continuó, contradiciéndose. Y, frente a las preguntas, dijo ser “consciente de la cantidad de mujeres que mueren en abortos ilegales”.
A principios de marzo fue presentado por séptima vez el proyecto de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Campagnoli no fue la única referente oficialista que salió con los tapones de punta, priorizando sus posturas religiosas y personales por sobre un tema de salud pública. También la vicepresidenta Gabriela Michetti publicó una carta en el Día Internacional de las mujeres, con un fuerte sesgo antiabortista.
El 8 de marzo cientos de miles de personas –con las mujeres a la cabeza- salimos a las calles. Marchamos contra la violencia machista que sufrimos cotidiamente, pero también contra esa otra violencia: el femicidio estatal que significan las muertes de mujeres por consecuencias de abortos clandestinos. La tierra tembló y funcionarias como Campagnoli tratan de aferrarse a sus sillas y sus convicciones retrógradas. |